
Pero aunque se lleven tan poco en los cumples, ellos no tienen la culpa, así que... ¡una tarta para cada uno!

El de Carmen fué el viernes y el de Miguel el domingo. Cada tarta entregada en su día apropiado y yo, pues eso, liadilla... ¡pero con gusto!

La del niño:

Simplemente era un bizcocho de la Mamma María (hecho con la mitad de ingredientes, porque sale muy grande), calado con almíbar y relleno y cubierto de nutella. Sencillísimo y creo que estaba muy rica

La de la niña:

Esta era de bizcocho de chocolate, también calado con almíbar, relleno y cubierto de trufa de chocolate blanco. Esta sí que la probé y estaba muy buena... pero no me llevé la cámara y la foto del corte me la tiene que mandar mi prima

Y... bueno... la noticia... pues que voy a ser abuela ¡por tercera vez!


Y si llegasteis al final... ¡ya sabeis tanto como yo!





