Ayrshire escribió:La mía pasó por una época de tortas y se le ha ido casi del todo evitando lo que hacía que las diera, y es que la gente la molestara cuando ella quería estar tranquila en mis brazos.
Me estoy leyendo un libro que creo que puede ayudar bastante en casos de los que hablais: "Libertad y límites. Amor y respeto. Lo que los niños necesitan de nosotros." de Rebeca Wild.
Básicamente habla de que hay que ofrecer a los niños algún espacio donde tengan una libertad prácticamente total para hacer lo que quieran (con alguna norma de que cuando acaben de usar ese espacio han de dejarlo recogido) , espacio que sea seguro para ellos, y también la oportunidad de llevar a cabo las conductas naturales en ellos. Para evitar que utilizen cosas que apreciamos y no queremos que rompan, o que usen cosas peligrosas, hay que ofrecerles alternativas.
Con un espacio adaptado y si peligros pueden jugar relajados y podemos estar relajados nosotras.
Dice más cosas pero esta es una de las ideas.
La mia es que pega a veces sin venir a cuento, está tranquila encima tuyo se gira, te mira, pone cara de mala lexe y te la suelta
Es complicado, al menos en nuestra situación, poderle ofrecer ese espacio "tan ideal" y las alternativas (supongo que se refiere a juguetes no?) se las damos. De todas formas, lo peligroso que puedo sacar de enmedio, no lo dejo a su alcance. El resto de cosas no me gusta quitárselas porque considero que se debe acostumbrar a ellas, se las dejo tocar y mirar pero le enseño a que "eso no es para jugar, está para hacer bonito". Pero me parece que la mia los tiene de dos yemas!!!!

No me importa que sea trasto, pero lo de pegar no me gusta en absoluto.
lacocinerasalerosa escribió:A veces tenia que sacarla del lugar donde estaba, para cambiarle el chip

A veces???? jejejeje Pues anda que no la saco veces yo de los sitios "prohibidos" y la muy bicho se lo toma a guasa. Cuando ve que me acerco para apartarla se empieza a mover toda nerviosa en plan "uix que me pilla que me pilla" y vuelve