Os debo un final...
Me hubiera gustado contar esto desde el principio... pero no quiero extenderme ni acaparar protagonismo... así que seré lo más breve que la historia me permita serlo... Quería que supiérais como acabó la historia del nórdico, porque a mi... lo que me pasa... no es normal...
Os dije que era nórdico, que lo conocí cuando vino mi barco a Valencia, y que en su momento me dijo que iba a venir a Valencia... y yo hasta me sentí halagada de que el chico se cruzara media Europa para verme…

Sin embargo, desde que me lo dijo no supe nada más del nórdico y pensé que todo había quedado ahí, que al chico le había dado por decirme que venía a Valencia un sábado noche tras tomarse dos copitas de más…

pero que reflexionando sobrio al día siguiente, había decidido que no era para tanto, y que mejor se quedaba donde estaba… Tampoco era el amor de mi vida,

así que mi ego quedó intacto

y mi corazón intacto y mas feliz que un pistacho sin raja…
Fue la mañana del miércoles, al levantarme cuando descubrí dos mensajes en mi móvil en los que el nórdico me mandaba dos fotos…

Uno enviado a las 00:45 de la madrugada y el segundo a las 2.47… ¿
Pero quien manda fotos a esas horas de la noche? .- Pues alguien que no está muy bien de la cabeza… digo yo!!! La primera foto no tenía desperdicio…

imaginaros, él desnudo de cintura para arriba, con el pantalón desabrochado y medio bajado, con una mano estirada haciendo la foto y con la otra levantándose la camiseta hasta el cuello, con gesto desafiante, pecho sacado, tripa metida… y a pie de foto rezaba algo así como “
puedo ir o no??”

Dios!! Casi me muero del susto… La segunda foto, la de las 2.47 era de su cara… de perfil, con mirada lasciva y provocadora, malvada, con cara de psicópata asesino…

Aquí creí desfallecer de miedo… y os lo digo en serio… Si este tío llega a vivir en Valencia… yo me acoj***!!
Resumiendo, al día siguiente le mandé un mensaje para decirle que se había equivocado, que no me mandara mas mensajes y que - por favor - no viniera a Valencia porque no tenía ningún interés en volver a verle...
Y ahí acabó la historia… Evidentemente no he vuelto a saber de él y espero no volver a saber jamás… Bueno, supongo que entenderéis el razonamiento... Una cosa es que venga a Valencia por lo que sea, y yo me preste a hacer de guia o a acompañarle y pueda o no... surgir algo... Y otra cosa muy distinta es lo que este personaje llevaba en la cabeza que, a juzgar por los hechos... no me parece nada normal...
Ale... otra anécdota más pa'l libro.. que cuando escriba mis memorias, se van a vender más que las de
Michael Jackson... jejeje
