En un día caluroso de verano en el sur de la Florida un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz. No se daba cuenta de que un cocodrilo se le acercaba.
Su mamá desde la casa miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía. Oyéndole, el niño se alarmó y viró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mamá agarró al niño por sus brazos justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba. Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo.
El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar. Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus pies. El niño levantó la colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y señalando hacia las cicatrices en sus brazos le dijo: "Pero las que usted debe ver son estas".
Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían
presionado con fuerza.
"Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida"
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Un tendero estaba clavando sobre la puerta de su tienda un letrero que decía: "Se venden Perritos" Letreros como ese tiene una atracción especial para los niños pequeños y efectivamente, un niño apareció bajo el letrero del tendero.
-¿Cuánto van a costar los perritos?- pregunto
-Entre 30 y 50 dolares - respondió el tendero.
El niño metió la mano en su bolsillo y saco un poco de cambio, - tengo 2 dolares y 37 centavos dijo - ¿puedo verlos, por favor? El tendero sonrió y silbo, y de la caseta de los perros salió Dama, que corrió por el pasillo de la tienda seguida de cinco
pequeñitas, diminutas bolas de pelo. Un cachorro se estaba demorando considerablemente. El niño inmediatamente distinguió al perrito rezagado y cojo.
-¿Que le pasa a ese perrito?- pregunto
El tendero le explico que el veterinario había examinado al cachorro y había descubierto que le faltaba una cavidad de la cadera, cojearía por siempre. Estaría lisiado toda su vida. El niño se entusiasmo.
-Ese es el perrito que quiero comprar.
-NO, tu no quieres comprar ese perrito. Si realmente lo quieres, te lo voy a regalar- dijo el tendero.
El niño se enfado mucho.. Miro al tendero directo a los ojos, y moviendo el dedo replico:
-No quiero que me lo regale. Ese perrito vale exactamente tanto como los otros perros y voy a pagar su precio completo. De hecho, ahorita le voy a dar $2.37 dolares y luego 50 centavos al mes hasta terminar de pagarlo.
El tendero replico: --Realmente no quieres comprar este perrito.
Nunca va a poder correr, brincar ni jugar contigo como los otros cachorritos.
Al oír esto, el niño se agacho y se enrollo la pierna del pantalón para mostrar una pierna izquierda gravemente torcida, lisiada, sostenida por un gran aparato ortopédico de metal. Miro al tendero y suavemente le respondió.
- Bueno, pues yo tampoco corro tan bien que digamos, y ¡el cachorrito va a necesitar a alguien que lo entienda!
El hombre estaba ahora mordiéndose los labios, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo: "Hijo, solo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tu".
En la vida no importa quien eres, sino que alguien te acepte, te aprecie y te ame tal cual eres.
Un verdadero amigo es aquel que llega, cuando el resto del mundo se ha ido. data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">