DEVOCIÓN AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA
(San Juan Berchmans)
Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y por amor a Jesucristo te suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sosténme, si estoy en peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.
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ORACIÓN AL ANGEL DE LA GUARDA
Angel de la paz, Angel de la Guarda, a quien soy encomendado, mi defensor, mi vigilante centinela; gracias te doy, que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma. Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste, y despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones me avisaste.
Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero, protector y fiel guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. En mis desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame siempre de noche y de día. Amén.
Padrenuestro y Avemaría.
ÁNGELES CUSTODIOS
Se les denomina también Ángel de la Guarda, Ángel Protector, Ángel de la Presencia. Lo cierto es que mientras los Arcángeles reinan sobre toda la humanidad, los Ángeles Custodios se unen a cada individuo, desde el momento en que salimos del seno de Dios como espíritu y están a nuestro lado en todos los instantes de nuestro devenir.
Su energía nos recubre protegiendo y defendiendo nuestras almas, están siempre con nosotros, vigilantes de nuestra evolución espiritual, observadores de nuestras dificultades y solícitos ayudantes que alivian los dolores; fungiendo como profesores, maestros y compañeros amorosos.
La gran mayoría de las veces no los escuchamos y tenemos la marcada tendencia a hacer justo lo contrario de lo que nos sugieren, cuando no es que cuestionamos su existencia. Sin embargo, su Amor permanece intacto y a la espera de nuestro llamado, cumpliendo con la función que Dios les ha designado ya sea que creamos en ellos o no, deseosos de poder intervenir a favor de su protegido y de acoger sus peticiones, pero su acción se verá siempre desvalorizada si no consigue entrar en comunión con la persona que le ha sido confiada.
Los Ángeles Custodios son seres que se encuentra en evolución en mundos diferentes al nuestro, para llegar a su desarrollo tuvieron que aprender a guiarnos, no es un trabajo improvisado. Cada uno de ellos puede haber estado con un alma concreta durante muchas vidas, ayudando al individuo a reunir las lecciones de cada vida hasta que finalmente recuerda que es Uno con Dios.
Disfrutan junto con nosotros de las actividades que realizamos que nos ocasionen bienestar espiritual, ya sea de una actividad espiritual como de un juego de pelota. Su ayuda esta disponible al momento que nos abrimos a aceptar su presencia Divina. Abrirnos a Ellos, recibirlos con alegría, agradecer de corazón su presencia y permitir que nos acompañen es una forma de acceder a un bienestar que sólo, con el Amor y seguridad que ellos transmiten, podemos alcanzar.
Lo que limita es el apego al pasado, el preferir el futuro y el evitar el ahora.
FUNCIONES DEL ÁNGEL CUSTODIO
Antes de aprender a escuchar a nuestro Ángel custodio, es importante saber cuales son las funciones que Dios le ha asignado y que él realiza amorosamente:
El ángel instaura con nuestra alma una comunicación silenciosa, inspirándonos buenos pensamientos y sentimientos que nos evitan caer en conductas involutivas.
Nos ilumina el camino y nos protege de los peligros del cuerpo o del alma, nos "sugiere" tomar una dirección en lugar de otra, impidiéndonos incurrir en riesgos graves que podrían poner en peligro nuestra integridad, tanto física como moral.
Nos trae a la memoria cosas que tenemos el deber de hacer o, al contrario, procura que nos olvidemos de otras que no debemos hacer.
Nos defiende de las fuerzas del mal y nos ayuda a abandonar cualquier vicio, adicción o actitud obsesiva.
Ayuda a potenciar nuestros talentos y nos conduce hacia lugares o personas con quien podamos desarrollarlos.
Nos ayuda a recibir y entender los mensajes Divinos, lleva nuestras oraciones a Dios, reza e intercede por nosotros.
Nos corrige amorosamente y sin juicios cuando nos equivocamos dándonos fuerza, comprensión y consuelo en todo momento.
Es nuestro asesor en los momentos de exámenes, pruebas o asuntos importantes. Podemos pedirle que nos allane el camino.
Responde amorosamente nuestros cuestionamientos y dudas. Debemos tener la certeza de que serán contestados.
Nos asisten a la hora del nacimiento y de la muerte, acompañando nuestra alma al cielo.
Trabaja con otros Ángeles especialistas en temas específicos para ayudarnos en nuestro proceso evolutivo. Conectándonos con las demás personas, preparando el ambiente para encuentros productivos.
En caso de enfermedad, propicia la curación, bendice las medicinas, contacta a los Ángeles de la Salud, si así se lo pedimos, para que instruyan a los médicos.
La madre establece una relación especial con el Ángel Custodio del hijo, durante el embarazo, que se transforma en una comunión constante durante su vida.
Continuamente nos cobija entre sus alas, y mientras dormimos nos acompaña y nos protege cuando salimos a otras dimensiones durante el sueño.
Cuando solicitamos algo a nuestro Ángel debemos tener en cuenta que él no puede hacer manifiesto algo en nuestra vida que no nos merezcamos, que no este dentro de la Ley del Amor de Dios o sea para el mayor bien nuestro o de la humanidad. Por eso deberá solicitarse, con amoroso respeto, a través de la Voluntad Divina y si corresponde a nuestro proceso evolutivo.
Dios es como la luz, aunque tus ojos estén cerrados, EL está alli.

