



El arcón lo compré en una casa de bricolage, no se trata de ningún arcón antiguo sino uno de esos normalitos, hechos con tableros de pino de dudosa calidad. Vienen sin pintar y eso si bastante puliditos, aunque siempre hay que mejorarlos e incluso tapar alguna abolladura con estuco o similar. Me costó en su día 36 €.
Lo primero que hice antes de comenzar el trabajo del arcón, fue buscar escenas de películas de Disney. Esto me llevó tiempo porque no siempre las que aparecían eran las que me gustaban para la composición que quería hacer. Entre libros, imaginación e Internet pasé algún tiempo recopilando imágenes. Cuando encontraba alguna que me gustaba o bien la imprimía (si era de Internet) o bien la calcaba en papel de seda si era de algún libro. Respecto a las sacadas de Internet y para no gastar demasiada tinta, muchas veces las imprimía en blanco y negro y con lápices de colores marcaba cada zona con el color que venía en el dibujo. También daba rienda suelta a la imaginación si quería variar algo en el entorno. Con todas las imágenes deseadas en un portafolio ya pude comenzar a trabajar en el arcón.
Lo primero que hice fue rellenar las pequeñas abolladuras que traía el arcón con pasta de estuco de la que ya se compra hecha. Podría rellenarse también con pasta de madera incolora. Hay que dejarla secar bien, por lo regular de 24 a 48 horas. Luego lo lije con lija 0 ó 00. Se limpia bien del polvillo y se pasa a darle una mano de imprimación o tapa poros por la parte exterior del arcón.
Con cartulina, o cartoncillo o cualquier papel grueso, saqué unas plantillas de las distintas partes del interior del arcón, procurando buscar uno más grueso para el fondo.
Sacadas las plantillas de las distintas partes, dibuje el contorno de cada una de ellas sobre la tela que iba a utilizar para forrar por dentro el arcón. En este caso utilicé un raso azul que tenía a mano. Luego de dibujar las piezas dejaba siempre unos 2 cms de más en los bordes del contorno para poder forrar la cartulina o cartoncillo que pegaría luego con cola blanca en las paredes interiores. Si se tratara de una tela más gruesa podría pegarse directamente. Yo en el caso del fondo forré un cartoncillo más grueso para darle más consistencia al arcón.
En este paso comencé a trasladar con papel de calco blanco (no carboncillo) las imágenes guardadas en el portafolio y pasadas ya con antelación al papel de seda blanco. La distribución de las imágenes queda a gusto de cada uno. Yo preferí dejar la tapa para las princesas de Disney, poniendo en el medio a la madrastra de Blanca Nieves con su famoso espejo e intenté dibujar en el mismo el rostro de mi nieta. ¡Que la pobre me perdone, pero lo que vale es la intención! De hecho estoy dando ahora clases de pintura para aquietar mi conciencia.
5 Ya en lo adelante las fotos hablan por si mismas. Alrededor de este primer dibujo fui acoplando los otros, en ocasiones intercalando imágenes de fondo que no venían con la original pero que me servían para dar ambiente y entrada a otras. Creo que lo más complicado es eso: La fotocomposición de las imágenes para que no resulten chocantes entre sí. Como dije antes en la tapa puse las princesas principales, luego en la parte frontal otras princesas o heroínas, como la Sirenita, Mulan, Pocahontas, etc. Dejé un lateral para el Rey León y su séquito y el otro para Los Aristogatos ,La Dama y el Vagabundo y Los 101 Dálmatas. En los laterales de la tapa puse de un lado a Alicia en el País de las Maravillas y del otro a Peter Pan y compañía. Por último en la parte trasera pinté al resto de los personajes desde los más antiguos a los más modernos hasta ese momento.
6 Para pintar utilicé primero óleo, pero como soy alérgica a la trementina, continué con pinturas acrílicas que dan igual resultado si se trabajan con retardador para que no se endurezcan enseguida. En ocasiones cuando preparaba un color y no quería perder el resto, iba pintando todas las figuras que llevaran ese mismo tono y así aparte de adelantar el trabajo ahorraba material. Cuando ya todas las pinturas estuvieron bien secas dí para el acabado un barniz protector para madera transparente y listo.














El resultado es estimulante pero hay que dedicarle tiempo y paciencia. Espero que les guste y no haberos aburrido con tantas fotos.





