Ains, que me habéis hecho llorar y todo...Inma, no sabía la historia de tu perrito
Bueno, allá voy: yo jamás había tenido animales porque era (soy) alérgica a muchas cosas, entre ella a todos los animales con pelo o con pluma. Era una alergia asmática muy fuerte. Yo, que siempre he sido una enamorada de los gatos, me he llegado a poner muy enferma simplemente por tocar a un gato en la calle...ya no os cuento si entraba a alguna casa con gatos o perros, me ponía a morir directamente.
De mi comunión no existen fotos (afortunadamente) porque tenía la cara deforme por empeñarme en pasar la víspera en casa de mi tía que tenía un precioso gato rubio que vivió 18 años.
En fin, con este panorama estaba yo. Mi marido, que es muy animalero también, siempre me decía "ojalá inventen algo y podamos tener gatos".
En fin. Continúo. A mi tío, que es criador de perros (
![Bate :bate:](./images/smilies/bate.gif)
) , se le quedó "colgado" un cachorro de shar-pei, que no conseguía vender. Yo ya no vivía con mi madre, con lo cual insistí para que se lo quedase ellay que cuando fuera a visitarla pues me aguantaría con algún medicamento y ya.
Resumiendo un poco, cuando vi que era capaz de convivir con el perro de mi madre utilizando la loción famosa "Vetriderm" y con un antihistamínico suave por vía oral no me lo podía creer.
Entonces fue cuando empecé a darle vueltas a la cabeza y le dije a mi tío que si sabía de algún gato (preferentemente discapacitado o especialmente necesitado) que estuviese en adopción, que me lo dijese.
A los dos días me llama y me informa de que "ya tengo tu gato". Yo me quedé
![Surprised :o](./images/smilies/icon_surprised.gif)
¿Yaaaaaaa? Madre mía, qué emoción sentí...era un gatito de 5 meses cojo al que nadie quería adoptar por el hecho de ser cojo y además negro. Estaba creciendo en la jaula de una clínica veterinaria y me necesitaba. Fuimos mi marido y yo a toda velocidad para su casa y cuando entré me lo vi tumbado en el sofá como si tal cosa, viendo la tele...me enamoré al instante y me lo llevé a casa.
Se llama Toffee, ya tiene dos años y como dice Inma: estará mal que lo diga, pero es mi preferido. Lo quiero con locura. Ya no cojea y le han quedado muy pocas secuelas. Tiene placas y clavos en su patita pero escala, corre y trepa que da gusto. Duerme (y ronca) todas las noches con nosotros y no me imagino la vida sin él. Es un gato muy gato, es muy mandón y tiene mal genio algunas veces, pero es completamente adorable.
Yo ya me imaginaba que mi vida cambiaría, pero no sabía cuánto.
Al poco tiempo, navegando por internet, vi el típico anuncio de un gatito en adopción. No era nada especial, pero en el título decía "Málaga" y lo abrí. Entonces vi a un pequeño gato (negro también) con un barrigón enorme y unas patas muy cortas haciendo equilibrio sobre una cama para atrapar una gomita del pelo que alguien sostenía en alto. Ni él ni la foto eran nada especial, pero caí rendida. Era otro gatito negro. Sabía que me necesitaba también. Mi marido vino a recogerme al trabajo. Le enseñé la foto y allí mismo me dijo ¡¡¡síiiiii!!! Y así llegó Teo a nuestras vidas.
Teo es un gato-perro: te sigue, te da con la patita para que lo acaricies, es súper dependiente y muy hablador. Es amor en estado puro. El veterinario nos advirtió, nos dijo algo así como "a este gato, que está salvajillo y viene de la calle, le tenéis que acostumbrar muchi a las manos". Realmente creo que nos hemos pasado y hemos fabricado un gato lapa. Tiene un año y medio.
Lo de Miga fue muy diferente. Empezamos a alimentar a una mami y a sus gatitos que vivian en nuestra urbanización, con la idea de que se acostumbrasen a los humanos para poder sacarlos de allí, ya que la zona era muy peligrosa. Eran 4 cachorritos y la mami. La mami cuando vio que sus gatitos estaban bien, dejó de preocuparse por ellos y a partir de entonces, lo hicimos nosotros, durante meses. Nos conocían, jugaban con nosotros, nos saludaban...estaban completamente socializados.
Cogimos a Miga, la más sinvergüenza de todos. Una gordita atigrada de 5 mesecitos. Nos la llevamos a casa. Durante dos días no salió de debajo del sofá. Lo siguiente que hizo fue escaparse. No sabéis lo mal que lo pasamos. Después de meses de cuidar de ella, de alimentarla a diario, le fallamos. Los vecinos la habían visto pero "como no tenía colla2, pensábamos que era de la calle". Estuvimos 15 días buscándola de día y de noche y un 12 de octubre, regresando de viaje, un gato se nos tira a las ruedas del coche prácticamente en la puerta de casa maullando como un loco ¡¡¡era ella!!!. Mi marido se tiró del coche y ella hizo lo mismo con él. De hecho, se quedó sentadita a su lado mientras yo volaba a por el transportín. Se metió dentro ella solita y hasta el día de hoy. Os presento a Miga, la reina de mi casa:
Ella es toda una belleza, dulce y cariñosa. Me abraza cuando duerme conmigo y se le cae la babilla de gusto. Como comprenderéis tras aquella odisea, no pudiemos darla en adopción.
Cogimos a uno de sus hermanos, que hoy está felizmente adoptado por una chica maravillosa en Madrid, y desgraciadamente no volví a saber nada de los otros dos hermanos.
Guillermo no era "mío", pero también os lo quiero dejar aquí por lo hondo que me ha calado. Su historia ya la conocéis muchas de vosotras. Está en un post antiguo...me da tanta tristeza...
Su historia está aquí:
http://www.mundorecetas.com/8/viewtopic ... &sk=t&sd=a" onclick="window.open(this.href);return false;