Esta técnica de empanar con una costra es muy versatil, y lo mismo sirve para la carne de cerdo que para el bacalao. Como el picadillo de migas tiene mantequilla, puedes cocinar lo que sea a la parilla, freirlo, dorarlo o asarlo en el horno, sin nada más y siempre quedará saboros y doradito. La corteza del limón en las misgas le da un aroma increible.
Para 2 personas:
1 diente de ajo
1 limón
un puñado de roscos ( o picos, como se dice en mi tierra)
25 gr de mantequilla
sal y pimienta
2 cucharadas colmadas de harina
1 huevo grande
2 pechugas de pollo
aceite de oliva
perejil
Pelar el ajo y quitarle la corteza al limón. Triturar los roscos ( yo usé thermomix) con la mantequilla, el ajo, perejil, la corteza del limón, una pizca de sal y otra de pimienta. Ponerlo en marcha gasta que esté bien triturado todo y pasar las migas a un plato. Agregar la harina en un segundo plato. Cascar el huevo en un cuenco y batirlo. Marcar con unos ligeros cortes la parte inferior de las pechugas. Luego, poner encima de cada pechuga una hoja de papel transparente o film y golpearlas varias veces con una sartén o una cazuela para aplastarlas un poco. Pasar el pollo por la harina, y cuando esté enharinado pasarlo por huevo, terminando empánadolo con las migas que hemos hecho. Presionar las pechugas para que las miguitas se peguen bien y la carne quede bien rebozada.
Podemos hacerlo asado pero tambien frito.. para asarlo precalentar el horno a la maxima temperatura y colocar el pollo en una bandeja asandolo durante 15 minutos. Si lo que quieres es freirlo ponerlo una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva y freir las pechugas durantes unos 4 o 5 minutos por cada lado hasta que estén bien hechas spor dentro, doradas y crujientes.
Se puede servir entera o cortada en tiras apiladas en un plato, quedan muy bien y muy sabrosas tan solo con unos gajos de limon exprimidos por encima y sazonadas con una pizca de sal. pero mejor quedan con una ensaladita fresca o unas verduras aliñadas.
