Y este Benito es un sinvergüenza: no le hagas caso cuando llore. Lo que quiere es que estés pendiente de él. No sé cómo puede ser tan bebecito con ese cuerpo que tiene...hazle caso cuando se porte bien, si no, aprenderá que cuando se desgañita llorando es cuando le prestas más atención.
Sobre lo de la comida, ten en cuenta que vienen los dos de pasar muuuuucha hambre, angelitos...
Lo que te ha comentado Alicia es una idea fantástica: el juego y la comida son dos momentos buenísimos para crear lazos. Si Benito no fuera como un toro de miura, te diría que les pongas un latita de gourmet a compartir entre los dos, peeeeeeero con ese perímetro, mejor que jueguen!!!


