¡Hola, chicas!
María, ¿qué eso de que el lunes te veías superfea? De eso nada, todas estamos estupendas.
Ardid, qué envidia de fin de semana y de masajista a domicilio, con la de contracturas que tengo...
Saladita, la verdad es que son malos tiempos ahora para el trabajo, porque los jefes aprovechan que las cosas están mal fuera para tratarnos peor y cargarnos más de trabajo, se agarran a que contentos tenemos que estar con conservarlo, pero ánimo, que esto pasará.
No sé qué idea tienes de huerto urbano, pero una tía mía se dedicó una temporada a plantar pimientos en macetas y bien buenos que le salieron. En cuanto al dulce, yo creo que soy adicta o algo así.
Black, ¿qué te pasa, que duermes mal?
Sambori, ¡mejórate! Jeje, qué gracia lo del lago.
Qué buena idea lo de la piscina, pero yo ya lo descarté, imposible con mis horarios.
Vaya, Nguillen, qué rabia lo del agua, ya podrían avisar por lo menos.
Ardid, la gente es que es la caraba, como si los que vivieran en chalets vivieran en otro mundo. Yo vivo en un piso, pero seguramente si viviera en un chalet solucionaría lo de la calefacción como tú, con lo friolera que soy. El problema de la chimenea es que solo calienta la estancia donde estás, hay gente que hace obra para que ese calor llegue a las habitaciones (o algo así, hablo de oídas), pero ya es meterse en un berenjenal. Y luego está lo del tiempo, tan escaso él.
Yo es que soy más bien urbana, me gusta eso de tener todo a mano, que existan el metro y el tren... estar en un sitio en el que sé que para todo tengo que ir en coche me da como claustrofobia. A lo mejor es porque no tengo coche...
