Me he leido todas las respuestas y con todas me identifico.
Lo primero es que si no cambias el "chip" en cuanto al orden-limpieza, lo vas a pasar mal. A mi me costó mucho, muchísimo con mi primer hijo (y eso que era bueno y no demandaba mucho los brazos), y busqué una chica para que limpiara una vez a la semana. Cuando cambié el chip, empecé a ser feliz.
Ahora tengo una hija que es un velcro. Con una semana tuve que comprar la bandolera. Llamar a mi madre para yo poder ducharme, porque lloraba tanto que no se ponía roja, ¡se ponía como una berengena!.
Yo siempre he planchado hasta los calcetines. Ahora la estiro con la mano y lo coloco todo en una estantería en montoncitos,: bodys, pijamas y ropita y en la balda de abajo lo del nene: calzoncillos, calcetines, chandal completo con la camiseta, y conjuntos de vaquero con camiseta y sueter. Ya nada va al armario (no tengo tiempo) Así por la mañana de un vistazo veo la ropa y cojo el montoncito.
La mesa del comedor es la mesa de dejar todo (comemos en la cocina), puse un mantel y dejé las cosas: están los gorros/guantes/bufanda de ambos, el bolso de la nena, un cambiador hinchable del ikea y un paquete de toallitas, chupetes y sonajeros. Debajo está el carrito, la plataforma, un avión de esos que se cuelgan en las puertas para que salte la nena.... Es mas, que ahora le hemos comprado un castillo hinchable con 100 bolas ¡ y se las hemos puesto en medio del comedor!, y el que diga que mi casa parece un manicomio tiene razón, pero lo que estamos disfrutando de ellos no tiene precio.
Es duro. Pero a veces es mejor contar hasta 10 ¡o hasta 30!. Tienes que buscar la parte positiva y decir "ya lo haré" y así serás feliz.
