A las 10:00 se abrían las puertas, y allí estaba yo, corriendo pasillo delante, con un único fin, coger tres gofreras, una para mi madre, otra para mi hermana y otra para mí.
Las conseguí, pero he de deciros que habían unas 20, y han durado lo que un pastel en la puerta del colegio,


Ahora, solo queda una cosa, hacerlos y que estén buenos, que de eso no me cabe la menor duda, ya que con vosotras, la cocina es un juego de niños, y además con resultados asegurados.
Gracias chic@s.
