Abro este post para intercambiar ideas y trucos sobre como hacer verdura mucho más sabrosa y sana. Desde que era pequeña todos los endocrinos que he ido conociendo me han hecho creer que no había nada más sano que hervir la verdura, método que en realidad sirve para que se pierdan casi todas las propiedades de las verduras, y lo que es peor, para terminar detestando la verdura y asociándola a dietas y restriciones.
Lo primero quería compartir es este artículo sobre cuales son los métodos más saludables para cocer las verduras y así conservar al máximo sus propiedades.
Creo que muchos de los que estamos por aquí es principalmente por cuestiones de salud y porque queremos cuidarnos un poquito más. Para quien le cueste comer verdura es importante aprender a sacarle todo el jugo a los tipos de coción, ayuda a que la verdura sea muchísimo más sabrosa.
Os pongo la parte central del artículo, podéis leerlo entero aquí: http://www.larevistaintegral.com/2740/l ... duras.html" onclick="window.open(this.href);return false;
Espero que os guste!!
UN MÉTODO PARA CADA INGREDIENTE
Papillote: En el puesto número 1 del top cinco de formas de elaborar nuestras verduras tendríamos al papillote. Así no sólo cocinamos las verduras al vapor, si no que al no añadirles nada de agua y dejarlas cocinarse en sus propios jugos, no perdemos casi propiedades. Además este sistema nos permite cortar la verdura en trocitos pequeños y va a concentrar de forma única todos sus sabores. La clave es meter nuestras bolsitas de verduras en un horno ya muy caliente y no dejarlas más de 10-15 minutos para evitar que se resequen.
Cocción al vapor: Este sería el método más rápido y uno de los más sanos que podemos utilizar. Pero para hacerlo bien hay que intentar poner el agua justa, no dejar la verdura más de 10 minutos al fuego y no destapar la olla hasta el momento de servir. Siempre es mejor cocinar piezas grandes menos cuando se trate de hortalizas más duras como la patata, el nabo o la calabaza.
Wok: Este sistema oriental es todavía mejor que la plancha porque además de cocinar muy rápidamente la verdura en una superficie muy caliente, al moverla sin parar, le estamos cerrando el poro evitando así la pérdida de nutrientes. Además la utilización de un poquito de aceite potencia el sabor de todos los ingredientes sin convertirlo en un plato excesivamente grasiento o calórico. Este sistema le viene muy bien al calabacín y la berenjena ya que al tener esa textura esponja al cocerlo o freírlo perdería mucho se su sabor o absorbería demasiadas grasas.
Cocción al horno: La cocción al horno es un buen método de cocinado para los tubérculos. También le va muy bien a los bulbos comestibles como las cebollas, puerro o ajo y a verduras más “secas” como la zanahoria. Una de las ventajas de esta cocción es que sobre todo en verduras más ricas en azúcares lograremos un caramelizado suave que potenciaría su sabor. Como contrapartida, al tratarse de una cocción en seco, suele ser mucho más lenta y por ello resecar los alimentos y facilitar la pérdida de micronutrientes.
Hervido: este tal vez, después del frito, sea el método de cocción más agresivo de todos. Por eso si queremos minimizar la pérdida de propiedades, y dentro de que no es un cocinado al vapor, siempre debemos intentar poner el agua justa. También es muy importante reservar este agua tan rica en nutrientes para elaborar sopas, salsas o guisos. En general deberíamos evitar hervir crucíferas como el repollo, la coliflor, el brócoli o las coles de Bruselas ya que se ha observado que la pérdida de flavonoides y sustancias anticancerígenas puede llegar hasta el 90 %. En definitiva, el agua en general, y a no ser que pretendamos bebérnosla después, no es la mejor amiga de la verdura en lo que se refiere a ayudarle a mantener sus propiedades. data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">