El problema de mi madre conseguimos solucionarlo cambiando de Hospital y de oncólogo, lo que a mi madre en principio no le hizo mucha gracia, pero ahora agradece porque este médico es más cercano y le gusta más a ella. El tratamiento es otro, también. Seguimos luchando contra el cáncer, mi madre es una mujer luchadora y no se viene abajo, está muuuuuy débil pero no deja de sonreir. Tiene los pies bien, bien en la tierra, sabe que no le queda mucho y está tranquila. Tiene fe y según dice ella es una mujer feliz, que está sufriendo mucho físicamente pero que se siente muy querida. Esto es lo que nos proporciona la mayor satisfacción, que ella se sienta acompañada y feliz. Seguiremos luchando por que no le falta de nada y a su lado.
Un beso para todas, que sé que os acordais de mí y de mi familia. GRACIAS.

