
Necesitamos tomates maduros pero que sean carnosos, no importa el tamaño pero mejor cuanto más pequeños sean, porque luego nos quedarán más bonitos para utilizarlos en las ensaladas y en los aperitivos.
Solo necesitamos tomates, sal y una bandeja amplia que no se estropee de estar al sol ni con la acidez de los tomates.
Cortar los tomates por la mitad y ponerlos en una bandeja con el corte hacia arriba, rociarlos con abundante sal y ponerlos al sol vivo durante todo el día; si por la noche hay humedad es necesario resguardarlos, cuanta menos humedad tengan antes se secan, tardarán unos 6 días, pero depende de varios factores, el tamaño de los tomates, la jugosidad de su pulpa y la sequedad del ambiente; si es necesario tenerlos más días.
Si dónde vivimos hay moscas o cualquier otro insecto que pueda tocar los tomates, es conveniente taparlos con una tapadera de tela metálica o con una gasa fina que no los toque, solo que los cubra para evitar a los insectos; ésto también sirve si hay mucho polvo en suspensión.
Una vez secos podemos utilizarlos para arroces, guisos, para ponerlos en ensaladas, para confeccionar aperitivos y para hacer por ejemplo pesto rojo; también podemos consumirlos hidratados, solo tendremos que sumergirlos un ratito en agua caliente.
Para conservarlos podemos meterlos en una bolsita de tela de algodón en un sitio seco o ponerlos en un tarro de cristal hermético cubiertos con aceite de oliva y el aceite podemos aromatizarlo con ajos, tomillo, romero, etc.
*Podemos secar tomates en el horno si la temperatura no lo permite, tenemos que ponerlos cortados con la carne hacia arriba en la bandeja del horno, a la bandeja tendremos que poner papel de horno para que absorva humedad, les ponemos sal y metemos en el horno a baja temperatura, unos 50º durante varias horas (el tiempo dependerá del tamaño y calidad de los tomates)
*Yo en ésta ocasión he utilizado tomates cherry.