- 200 gramos de harina
- 100 gramos de azúcar
- 1 sobre de azúcar avainillado
- 5 cucharadas de mantequilla
- 1 plátano que no esté duro (1 otro más firme para la cobertura)
- Medio vaso de leche
- 2 huevos
- 1 cucharada de levadura
- 1 cucharada de canela
- Cobertura: 1 tableta de chocolate para fundir, rodajas de plátano
En un recipiente grande y hondo batimos la mantequilla, ya ablandada, con el azúcar. Tiene que batirse sin parar hasta que la mantequilla haya absorbido todo el azúcar.
Una vez que no se vea ya rastro de azúcar, cascamos un huevo, lo echamos y removemos bien hasta que como con el azúcar se disuelva el huevo en la mezcla. Repetimos la operación con el segundo huevo.
Ahora hechamos el azúcar avainillado y volvemos a remover hasta que se mezcle bien todo. Hacemos lo mismo con la leche, la harina mezclada con la levadura, el plátano aplastado con un tenedor y la canela. Removemos bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
Forramos un molde para bizcocho con papel de hornear engrasado, dejando que sobresalga un poco por los extremos, y vertemos la preparación anterior.
Horneamos durante 35-40 minutos o hasta que al introducir un palillo o la punta de un cuchillo ésta salga limpia.
Ojo, que esto es importante: nunca habráis el horno antes de por lo menos la primera media hora, pues se os bajaría el bizcocho.
Una vez listo el bizcocho, sacamos del horno, lo dejamos enfríar y lo desmoldamos. Con el papel de horno es más fácil, puesto que no hay más que tirar de los extremos que sobresalgan para sacar el bizcocho.
Ahora cuando el bizcocho esté frío. Cogemos el chocolate y lo troceamos.
Ponemos los trozos de chocolate en un cazo y añadimos 5 cucharadas de agua o 8 de leche por cada 100 gramos de chocolate. Calentamos y removemos hasta conseguir una textura homogénea.
Con esta salsa untamos todo el bizcocho. En la parte superior ponemos las rodajitas de plátano a lo largo de todo el bizcocho, haciendo un poco de presión para que se incrusten en el chocolate.
Entonces cogemos el bizcocho bañado con el chocolate y lo metemos en la nevera hasta que el chocolate se endurezca.

