Yo la verdad es que después de pasar muuuuucho (estuve a punto de no casarme) y tb tuve una temporada que era como si no existiera, creo que he conseguido ganarme mi hueco y he aprendido (o al menos lo intento) a plantarles cara a mi manera.

Creo sinceramente que en esta vida hay que saber perdonar, y aunque tengo para contar mil y una historias, me he dado cuenta que vivir todo el día con ese “come come” no es beneficioso ni para una misma ni para tu pareja. Os lo digo por experiencia.

El problema que tengo es que venimos de dos familias súper distintas. En la mía somos mucho más independientes. Nunca hay compromisos de ningún tipo y tenemos la suficiente confianza para poder decir NO sin que nadie se ofenda. Mis padres intentan no meterse en nada y son súper respetuosos. Eso no significa que nos queramos un montón, nos llevemos fenomenal y que formemos una piña cuando sea necesario. Sin embargo, en la de mi marido es todo lo contrario. Están todo el día juntos, comiendo, cenando, hablan mil veces al día y cuando uno toma una decisión parece que hay que ponerla en consenso. Vamos que hay cero intimidad y cero independencia. Con esto no quiero decir que sean ni mejor ni peor, simplemente somos muy distintos.
A mi me ha costado decirles NO a algo, Dios y ayuda, delante de ellos era como si me hiciese pequeñita y toda mi personalidad quedase anulada. Estuve yendo al psicólogo algún tiempo, y me dijo que el problema que tenía es que no sentía en mi novio (ahora mi marido) un pilar fuerte en el que apoyarme pq él era incapaz de llevarle la contraria a su familia. A día de hoy, reconozco que él ha hecho sus esfuerzos y ha cambiado un poquito, pero sinceramente creo que nos queda mucho camino por delante.
Por poneros un ejemplo, yo me niego rotundamente a tener todos los fines de semana comida familiar. Nosotros por el trabajo que tiene mi marido entre semana prácticamente no coincidimos nada y de hecho muchos fines de semana a él le toca trabajar, así que el sábado y domingo me apetece comer con mi marido, hacer nuestros planes, quedar con los amigos, etc. Bueno, pues ahora ya pasan un poco, pero antes todos los fines de semana le llamaban para preguntarle si íbamos a ir, y él en lugar de decirles la verdad: “No mamá, nos apetece comer juntos” siempre tiene que poner una excusa ridícula, y yo como podéis comprender, me pongo de los nervios…


Os lo cuento precisamente porque ayer volvió a pasar. Os describo la escena:
Mi marido al teléfono- “Que dice mi madre que si comemos el domingo con ellos” (total, me pone en un aprieto a mi pq él es incapaz de decirle que NO)
Yo desprevenida y su madre al otro lado del aparato escuchándolo todo, y le digo: - “pues la verdad es que no me apetece mucho, pero bueno…”-
Mi marido se pasa mi opinión por las narices y le dice: -“bueno pues quizás sí…”-
Yo me pongo a poner caras :x :x :x y entonces él, entiende el mensaje y pone una excusa poco convincente ya que termina la conversación diciendo: -“bueno, como siempre hacéis comida de sobra, sobre la marcha…”
De verdad, os juro que por poco le estampo el teléfono en la cabeza!!!!! Así que respiré profundo y de buenas maneras le expliqué lo que pensaba. Y él no dijo ni pio, así que al final desistí y me fui a la cama mosqueada.



En situaciones como esta me he visto involucrada millones de veces, él deja la pelota en mi tejado, y soy yo la que tengo que decidir, así que la mayoría de las veces, os podéis imaginar quien queda como la mala y la bruja, verdad? Pero bueno, al final aprendes a convivir con ello o por lo menos lo intentas.
Tb he de decir que otras veces cedo yo, pq entiendo que para él tampoco resulta fácil y siempre es mejor apuntarte un punto positivo delante de tu marido, no?
Bueno chicas, pues este es mi culebrón de esta semana. Seguro que alguna de vosotros os sentiréis identificadas, así que siempre serán agradecidos vuestros consejitos.

Yo no pido que me toque la lotería, NO NO, lo único que pido es grandes dosis de PACIENCIAAAAAAAAAAAAAAAAA.
Un besote,

