CUENTOS:

[SIRENA64]

SIRENA 64 TU ERES !!!LA REINA DEL FORO!!!QUE COSAS MAS BONITAS,
ME HAN GUSTADO TODOS,PERO ESPECIALMENTE EL DE BUDA,GRACIAS POR
ESTE REGALO,QUE TE ASEGURO NO TIENE PRECIO,POR FAVOR CONTINUA
OFRECIENDONOS ESTAS PRECIOSIDADES,TU HAS CONESGUIDO QUE ESTAS NAVIDADES SEAN ESPECIALES POR LO MENOS PARA MI,
YO SIEMPRE DIGO QUE A LAS CIUDADES LAS HACEN GRANDES SUS
MORADORES, DICHO ESTO PARA MI !!!ALJARAFE!!!,(SEVILLA)PUEDEN ESTAR
ORGULLOSAS DE TI,UN ABRAZO DE TORI.






FELIZ NAVIDAD.

me as puesto en un altar y solo en el hay angeles yo solo soy una simple mujer llena de felicidad y me gusta reparti esa felicidad entre toda las persona ke se dejen llenar de esa felicidad. gracias tori ya ke me as exo un angel en unos momentos

[SIRENA64]

"El Lago Azul en Navidad"

Aquel lugar parec?a una bella postal Navide?a....; de esas que guardamos para siempre en la memoria. Desde lejos se veía una enorme alfombra blanca cubriendo todo el pueblo. Los primeros rayos de sol le daban un brillo especial a aquella mígica escena.

La tormenta había comenzado en la madrugada y aquel 25 de Diciembre había amanecido todo cubierto de nieve . Es una ?Blanca Navidad?....., pensaba contento aquel señor que se dirig?a cansado a casa. En su rostro se dibujaba una sonrisa, mezcla de alegría y satisfacci?n por el trabajo que había realizado la noche anterior.

El viv?a solito en una pequeña casa situada cerca de las montañas, en Shelton, Connecticut. Sus hijos residían en la ciudad de New Haven, a pocas horas de all?. Esa noche vendr?an a visitarlo con sus esposas e hijos para cenar con él e intercambiar regalos.

Después que enviud? y se jubil? de cartero, decidi? que no quería vivir más en ninguna gran ciudad, de esas donde impera el bullicio y el stress. Prefiri? la calma, la soledad, el aire fresco y puro de las montañas. Ten?a un compa?ero fiel, un gran perro dan?s, muy inteligente, llamado Danny que lo acompañaba a todos lados.

Los habitantes de aquel lugar no lo conocían bien, sin embargo, c**o salía poco y viv?a solo lo llamaban ?León?; le habían invertido su nombre. Esto no lo molestaba en lo más mínimo, a veces se re?a de las ocurrencias de la gente.

Desde las viejas ventanas de su casa podía apreciar el encanto de aquel lago azul. En verano veía la gente pescar, algunos nadaban y remaban all?. En invierno cuando se congelaba el lago, los niños y j?venes jugaban all?; sus risas y bullicios se confundían con los ruidos de los animales, se o?an hasta su caba?a, le gustaba o?r la risa de los niños.

Aquella Navidad no era distintas a otras, c**o el lago estaba congelado los niños aprovecharon para estrenar sus nuevos juguetes navide?os; unos estaban jugando jockey, otros patinaban felices y los demás jugaban con sus trineos desliz?ndose rápidamente por las laderas.

Procuraba pasar una día de reposo, viendo televisi?n y oyendo música de Navidad en su antiguo tocadiscos: ?I?m dreaming of a White Christmas, just like the one we use to have?....!! Aquella canci?n cantada por el inigualable Bing Crosby le gustaba mucho.

Unos ladridos fuertes lo despertaron de sus pensamientos, Danny parec?a asustado, un púnico lo sacudi?; pensaba que se trataba de algún alud o algo parecido. Se asom? otra vez en una de las ventanas y vio c**o los niños salían del lago. Enseguida se imagino que el hielo se estaba rajando.

Corri? tan rápido c**o pudo, llevando consigo una soga gruesa para ayudar si acaso había alguno dentro del agua. Cuando lo vieron venir, algunos niños empezaron a gritar asustados, pero él no les hizo caso y prosigui? a salvar al pequeño niño patinador que estaba en la parte del lago que se había rajado.

A los pocos segundos ya lo tenia fuera de aquella agua congelada, sano y salvo!! El niño emocionado y asustado le regal? una gran sonrisa...., aquel viejo señor de barbas blancas se le pareció mucho a Santa Claus, sus amigos tambiénpensaron lo mismo, todos lo aplaudieron y le agradecieron lo que había hecho.

Desde aquella Navidad todos lo conocen c**o el Se?or No?l, pocos conocen su verdadero oficio; todos creen que se la pasa descansando. Sólo su fiel perro Danny sabe bien que se la pasa trabajando en su taller y contestado cartas.

Fin

[SIRENA64]

YA VENDIERON EL PIANO

Los vi desde la ventanilla del tren y saquí medio cuerpo afuera para llamarlos. Pap? tomó a mam? por un brazo y prácticamente la arrastr? hasta llegar frente a mí. Yo miraba, asombrado, cómo había aumentado el volumen de su vientre desde que me marchara un mes atrás y Margarita, mi prima, que se había peinado unas veinte veces durante el viaje, me tirone? de la camisa gritúndome que le ayudara con el bolso. Toda la gente está bajando, ?pensás quedarte arriba del tren? Pap? me arrebatú el bolso en cuanto pis? la plataforma. Mam? me estrech?, c**o pudo, contra su pecho y los cuatro caminamos hacia la salida de la estaci?n.

- ¡Lo pasaste bien, Pablito? ¿Cómo se portú el nene, Margarita? ?Hizo rezongar mucho a la tía Carmenú ?Todavía sigue en cama tío Miguel? ?El médico piensa que tendré para mucho? Cu?nto te agradezco, querida, las molestias que te tomaste por Pablito. Pero si supieras qué traj?n con todo lo que pasó y yo no me sentía muy bien. No sabes lo que te agradezco la ayuda que nos prestaste.

Mam? dijo todo esto, casi sin respirar, y Margarita le contestú de un tir?n que yo me portú c**o un hombrecito, la tía Carmen encantada de tenerme all?, el tío Miguel todavía en cama y tenía para rato porque el médico le había ordenado reposo absoluto durante un mes más por lo menos.

Llegamos a casa a la hora de la cena; la mesa estaba puesta y en seguida de lavarnos las manos nos sentamos a comer.

Mam? se ech? sobre el sill?n de la salita diciendo que le dol?an los ri?ones y le pidió a Tina, la muchacha, que le llevara la comida all?. Margarita ocup? la silla de mam? y entonces notú que el lugar del abuelo estaba vacío.

- ¿Y el abuelo? ?preguntó con sorpresa.

Los grandes se miraron entre sí y luego, lentamente y dando muchos rodeos, papá me comunic? que el abuelo se había ido de viaje, un largo viaje con destino al cielo o algo así.

Un largo viaje, abuelo. Y así supe que te habías muerto. Y de pronto me di cuenta de que todos estaban tristes y yo también.

- ?La muerte es para siempre?

No me contestaron y no repetú la pregunta. Nadie comi? esa noche.

Margarita se quedé en casa hasta que nació la nena. Roja y arrugada. La llamaron Mariana y me prohibieron levantarla de la cuna. Con el tiempo se volvi? blanca y gorda y aprendi? a decir algunas palabras, entre las que se encontraba mi nombre.

Fue entonces cuando pusieron una sillita alta en tu lugar, y desde allí Mariana, metía las manos en el puré, mientras mam? le daba de comer por cucharadas.

Ellos dejaron de nombrarte, abuelo. Pero yo me acordaba de vos. De tu cabeza canosa, de tu voz fuerte, del bonito reloj de bolsillo que se llevé tío Antonio, de tus cuentos de cacer?a con el imponente rifle que se llevé tío Juan. Pap? hizo un atado con tu ropa y la mandé al Ej?rcito de Salvaci?n.

Un día al volver de la escuela, entré a tu cuarto, y en lugar de tu cama de bronce, me encontré con la cuna de Mariana y unas cortinas nuevas en la ventana. Unas cortinas con escarabajos verdes y flores anaranjadas.

Me daba rabia ver cómo te iban sacando de la casa que era tuya, que vos mismo mandaste construir; que se llenaba con tus rezongos cuando ponían alto el televisor y cuando te negabas a tomar los remedios que te recetú el médico, y cuando peleabas con mam? porque a ella le daba nauseas el olor del tabaco de tu pipa. (Ella la tir? a la basura, pero yo la recogí y la tengo guardada en la caja de los soldados de plástico).

La casa tambiénse llenaba con tu música cuando tocabas el piano. Pap? te decía que por qué no cambiabas, pero a mí me gustaban esas cosas ?antigu así que tocabas; especialmente la marcha esa de los aliados en la primera guerra.

Yo la tarareo cuando juego a los soldados y los indios y me imagino que me acompañas con el piano.

Te extraño, abuelo. Aunque me tirabas del pelo cuando hacía ruido para tomar la sopa y te quedabas dormido mientras jug?bamos a las cartas.

Tengo ganas de verte, pero no sé dónde. Aquí en casa no, abuelo. Mejor no porque si vinieras seráa un verdadero problema, no sabr?an dónde meterte. No hay lugar para vos en casa. Se armaría un lío. Además, ya vendieron el piano.

[Tori21]

ho

[SIRENA64]

hola reina preciosos los dos que e leído,enhorabuena,un beso tori










feliz navidad - bon nadal.

[SIRENA64]

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperaci?n total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperaci?n total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que tambiénhabía sido sirviente de su padre. La madre del rey muri? pronto y este sirviente cuid? deél, por tanto, lo trataba c**o si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que tambiénlo consultú. Y éste le dijo:
- No soy un sabio, ni un erudito, ni un acad?mico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un mástico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, c**o gesto de agradecimiento, me dio este mensaje - el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobl? y se lo dio al rey- Pero no lo leas -le dijo- mantenlo escondido en el anillo. ?brelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situaci?n.
Ese momento no tard? en llegar. El país fue invadido y el rey perdi? el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Lleg? a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él seráa el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos.
No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acord? del anillo. Lo abrió, sacá el papel y allí encontré un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía: "ESTO TAMBI?N PASAR?". Mientras leña "esto tambiénpasar?" sinti? que se cern?a sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejé de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al mástico desconocido.
Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobl? el papel, volvi? a ponerlo en el anillo, reuni? a sus ej?rcitos y reconquistú el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebraci?n con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: Este momento tambiénes adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situaci?n sin salida.
- Escucha -dijo el anciano- este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; tambiénes para situaciones placenteras.
No es sólo para cuando estés derrotado; tambiénes para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; tambiénes para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y ley? el mensaje: "Esto tambiénpasar?", y nuevamente sinti? la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, porque el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
- Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. c**o el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Ac?ptalos c**o parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

[SIRENA64]

Utop?a

Cuentan que una colonia de hormigas decidi? un día salir en busca de un
lugar mejor donde pudieran crear su nido y sentar las bases de la nueva
colonia, un lugar al que el mundo recuerda c**o Utop?a. Y dice la leyenda
que las hormigas viajaban y viajaban, y el camino se volvía cada vez más
penoso y peligroso, con lo que la mayoría iba regresando al nido del que
salieron, convencidas de que esa tierra llamada Utop?a no era sino el fruto
de una imaginación desgraciadamente irreal.

Cuando sólo unas pocas hormigas seguían aferradas a su sueño, el paisaje
cambió y se encontraron de pronto ante una gran montaña que había que subir,
enfrentando los peligros de los precipicios y las bajas temperaturas. Muchas
consideraron que era imposible escalar la montaña, y sólo tres decidieron
que val?a la pena intentarlo, pues tal vez al otro lado de la montaña podría
existir ese mígico mundo de Utop?a.

Se sucedieron los días y las noches, hasta que una tormenta se dejé abatir
sobre los cuerpos de nuestras cansadas hormigas, que buscaron refugio en una
cueva y ahí se mantuvieron. Días después, cuando las nubes despejaron el
cielo y el sol derriti? las nieves que cubr?an la montaña, las dos hormigas
pudieron salir y muy pronto observaron a un maravilloso valle que se
extendía a los pies de la montaña.

Pero enseguida advirtieron que era el mismo valle que ellas habían tenido
que recorrer. Se dieron cuenta de que Utop?a no era sino la tierra de donde
ellas procedían, pero que habían tenido que subir hasta la montaña para
darse cuenta de la belleza que pose?an.

Ojalá que algún día te decidas a subir tan alto que puedas hacer el mismo
descubrimiento que nuestras amigas las hormigas.

[Tori21]

ESTE ULTIMO ME HA ENCANTADO, c**o TODOS, LO QUE OCURRE ES QUE ESTE TIENE UN MENSAJE MUY COTIDIANO, QUE NUNCA DEBER?AMOS OLVIDAR,LA VIDA ES UNA CONTINUA LUCHA, HOY TE PUEDE IR BIEN Y MAÑANA MUY MAL O VICEVERSA,GRACIAS

[SIRENA64]

El esfuerzo

Sucedi? allí por Oriente donde sale el sol... que un grupo de amigos discutían sobre la fuente de la felicidad. Unos creían que seráa de oro, otros que el agua sabr?a a vino, otros que de ella manar?a el n?ctar de la vida... Cada uno tenía su propia visi?n de la famosa fuente de la felicidad. Sus visiones eran distintas pero su objetivo era el mismo; hallar la fuente de la felicidad.

Un día decidieron ir a buscar entre las montañas la famosa fuente de la felicidad. El que beb?a de ella se sentía plenamente feliz. Estaba lejos y el camino era difícil y empinado, pero ellos eran valientes y aventureros. Andaban, descansaban y pasaban las noches en tiendas de campa?a. Estaban muy cansados, el camino transcurr?a entre zarzas, se cañan y se hacían rasgu?os, pero seguían adelante. Algunos no quisieron seguir, pero los más fuertes estaban decididos a encontrarla.

Llegaron a un camino sin huellas, casi nadie había pasado por all?; aunque dudando y perdi?ndose, seguían empe?ados en su meta. Por finéla fuente! El agua era fresca, pero era agua c**o la de las demás; sin embargo, se sentían felices y comentaban: ¡Lo que nos da la felicidad es el esfuerzo!

El trabajo une y dignifica; el esfuerzo aviva el fuego de la voluntad, el servicio desinteresado es el combustible; todo ello es parte del camino para experimentar la realidad del ser, la mayor felicidad que podemos gozar.

por desgracia asin es la vida que le vamos hacer amigo TORI

[SIRENA64]

c**o CRECER?

Un rey fue hasta su jard?n y descubri? que sus ?rboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se mor?a porque no podía ser tan alto c**o el Pino.
Volvi?ndose al Pino, lo hall? ca?do porque no podía dar uvas c**o la Vid. Y la Vid se mor?a porque no podía
florecer c**o la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y s?lida c**o el Roble. Entonces encontré una planta, una fresia,
floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jard?n mustio y sombr?o?
No lo sí. Quiz?s sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un
Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentar? ser Fresia de la mejor manera
que pueda".
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...