En cierta ocasión, se reunieron unas zorras junto al r?o Meandro, queriendo beber de él. c**o el agua se preci?pitaba con un ruido estrepitoso, aun incitúndose unas a otras, no se atrev?an a penetrar. Al cabo salió una de ellas y, ri?ndose de las demás y de su miedo, para humillarlas, y presumiendo de ser más valiente, saltú al agua osada?mente. La corriente la arrastr? hacia el centro y las demás que estaban a la orilla del r?o le decian ¿No dos dejes, vuelve y mu?stranos el acceso por el que sin peligro po?damos beber?. Aquílla, mientras arrastrada, les dijo: ?Tengo un encargo para Mileto y quiero llevarlo all?; cuando regrese os lo mostrar??.
A los que por fanfarroner?a se exponen al peligro.
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La zorra con el vientre hinchado
Una zorra que estaba hambrienta al ver en el hueco de una encina panes y carne abandonados por unos pasto?res, se metió en él y se los comi?, pero, c**o se le hincha?se el vientre y no pudiera salir, gemía y se lamentaba. Otra zorra que pasaba por all?, al o?r su gemido, acerc?n?dose le preguntó el motivo. Cuando comprendi? lo que le había pasado, le dijo: ?Aguarda ahí hasta que estés c**o estabas cuando entraste, y así fácilmente saldrásí.
La f?bula muestra que el tiempo resuelve las dificulta?des de las cosas.
La zorra y la zarza
Una zorra que estaba subida en un seto resbal? y, a punto, se agarr? de una zarza para evitarlo. Y, c**o se hiriera y dañara las patas por sus pinchos, le dijo: ? ?Ay de , pues recurr? a ti en demanda de ayuda, me has deja?do peor?. ? ?Mira ésta! -dijo la zarza-, te equivocaste al haber querido agarrarte de mi, que acostumbro a aga?rrarme de todo.?
La f?bula muestra que del mismo modo son necios quienes recurren a la ayuda de aquellos a quienes les es más natural hacer daño.
La zorra y las uvas
Una zorra hambrienta, al ver unos racimos que colgaban de una parra, quiso apoderarse de ellos, y no pudo. Apar¿túndose, se dijo a sí misma: ¿Están verdesí.
Así tambiénalgunos hombres, cuando no pueden con?seguir las cosas por incompetencia, culpan a las circuns?tancias.
La zorra y la serpiente
Hab?a una higuera junto al camino. Una zorra encontré una serpiente dormida y sinti? envidia de su tamaño. Al querer igualarla, se tendi? a su lado e intentaba estirarse hasta que, en su desmesurado empe?o, sin darse cuenta reventú.
Eso les pasa a los que compiten con los más poderosos, pues ellos mismos revientan antes de poder llegar a igualarlos.
La zorra y el leñador
Una zorra que huña de unos cazadores, al ver a un leña?dor, le pidió que la escondiera. éste le sugiri? que entrase en su caba?a y se ocultase. No mucho después, se acerca?ron los cazadores y preguntaron al leñador si había visto a una zorra pasar por all?. Aquel neg? haberla visto, pero haciendo un gesto con la mano, les indic? dónde se ocul?taba. Pero, c**o ellos no entendieran lo que se les apun?taba por se?as y creyeran lo que decía, la zorra, al verlos retirarse, salió y se march? sin decir nada. Cuando el le??ador le reproch? que, aunque la había salvado, no le ha?b?a dado ni las gracias, dijo: ?Te las habría dado, si hubie?ses tenido las mismas actitudes y gestos con las manos que con tus palabr así.
De esta f?bula se podría uno servir costra aquellos hombres que proclaman sin dudas su honradez, pero con sus acciones cometen maldades.
La zorray el cocodrilo
Una zorra y un cocodrilo disputaban sobre su abolengo. c**o el cocodrilo diera todo lujo de detalles sobre la dis?tinci?n de sus antepasados y dijera finalmente que sus padres habían sido gimnasiarcos'.la zorra le dijo: ?Aunque no lo digas, muestras por tu piel que llevas muchos años haciendo gimnasia?.
Así también, los hechos ponen en evidencia a los hom?bres mentirosos
1. Funcionarios encargados del mantenimiento y vigilancia de los gim?nasios en las ciudades helenizadas. Este cargo surge en Egipto en época de los Ptolomeo.
La zorra y el perro
Una zorra, que se había introducido en un rebaño de ove?jas, cogi? un corderillo lechal y fing?a besarle tiernamente. Al preguntarle un perro por qué lo hacía dijo: ¡Lo cuido y juego conél?. Y el perro respondi?: ?Pues si no apartas de ti al corderillo, te ofrecer? los cuidados de los perrosí.
La f?bula es adecuada para un hombre astuto y un la?dr?n necio.
La zorra y el leopardo
Una zorra y un leopardo disputaban sobre su belleza. c**o el leopardo a cada instante adujese la variedad de colores de su cuerpo, la zorra, respondiendo, dijo: ? ?Cu?nto más hermosa que tú soy yo, que tengo variedad de colores no en el cuerpo, sino en el alma!?.
La f?bula muestra que la buena constituci?n de la mente es mejor que la belleza del cuerpo.
. L? zorra y el mono elegido rey
En una asamblea de animales un mono se puso a bailar, se gan? a los demás y lo eligieron rey. La zorra, sintiendo en?vidia deél, al encontrar en una trampa un trozo de carne, lo llevé allí y le dijo que había hallado un tesoro, pero que ella no lo podía aprovechar, y que se lo ofrec?a c**o pre?sente de su realeza; y le invitú a cogerlo. El mono se acerc? descuidadamente y fue atrapado por la trampa, y, al acu?sar a la zorra de haberle engañado , aquílla dijo: ??Mono!, ?con tal necedad eres tú el rey de los animales??. así, los que emprenden proyectos irreflexivamente se exponen al rid?culo, además de fracasar.
La zorra y el mono que disputaba sobre su abolengo
Una zorra y un mono que hacian el mismo camino disputaban sobre su abolengo.Después de referir cada uno muchas cosas, cuando estuvieron en cierto lugar, el mono volviendo su mirada exhal? un gemido. Al preguntar la zorra la causa, el mono señal? unas tumbas y dijo: ?¿Cómo no voy a llorar al ver al ver las estelas de mis antepasados libertos y eslavosí. Y aquella le dijo: Miente cuanto quieras, pues ninguno de esos se va a levantar para contradecirte?.
Así, tambiénlos hombres mentirosos fanfarronean más cuando no tienen quienes le contradigan.
La zorra y el macho cabr?o
Una zorra que había ca?do en un pozo llevaba largo rato en él. Un macho cabr?o, forzado por la sed, llegó junto al mis?mo pozo y al verla le preguntó si era buena el agua. Ella, contenta por la coincidencia, se deshacía en elogios del agua, diciendo que era excelente y le animaba a que bajara. Después que bajé despreocupadamente movido por su deseo, apenas hubo apaciguado la sed, miraba con la zorra la forma de subir. Y la zorra, tomando la palabra, dijo: ?S? algo ?til si lo único que quieres es la salvaci?n de ambos. Así pues, apoya tus patas delanteras en el muro y endereza los cuernos, y yo, luego de trepar por encima, tarnbi?n te sacar??. Atendi? éste a la propuesta de buena gana y la zo rra, escalando por sus patas, lomo y cuernos, llegó hasta la boca del pozo y, tras salir, se alej?. Al reprocharle el macho cabr?o que había incumplido el pacto, se volvi? y le dijo: ?Si tuvieras tanta inteligencia c**o pelos en tu barba, no habrías bajado antes de considerar la forma de subir?.
Así también, los hombres sensatos deben mirar las consecuencias de sus acciones y luego aplicarse así a ellas.
La zorra rabona
Una zorra a la que un cepo le había cortado el rabo se avergonzaba de tener que sufrir una vida insoportable, por lo que decidi? que debía llevar tambiéna las demás zorras a su misma situaci?n para ocultar la inferioridad propia con la desgracia com?n. Y, después de reunir a todas, las animo a cortarse los rabos, diciendo que el rabo no sólo era indecente, sino tambiénque colgaba de ellas un peso innecesario. Y una le replic?: ?Si eso no te conviniera no nos lo aconsejar? así.
Esta fabula se ajusta a aquellos que dan consejos a los amigos, no por buena voluntad, sino por su propia conveniencia.
La zorra que nunca había visto un le?n
Una zorra que no había visto nunca un le?n, cuando por casualidad se encontré con uno, al verlo por primera vez se turb? tanto que incluso casi se muere. Cuando se lo en?contr? por segunda vez tuvo miedo, pero no tanto c**o antes. Pero la tercera vez que lo vio tomó tanta confianza que incluso se acerc? y charl? con él.
La f?bula muestra que la costumbre atempera incluso las situaciones terribles.
La Zorra y la M?scara
Una zorra, que había entrado en casa de un actor y exa?minado cada uno de sus enseres, encontré tambiénuna máscara2 fabricada con gran fidelidad, y, cogi?ndola en sus manos, dijo: ?¿Qué cabeza, y no tiene seso!?. ; La f?bula es en contra de los hombres extraordinarios en su cuerpo, pero faltos de juicio en su mente.
2. En las representaciones teatrales, los actores utilizaban una mascara que les cubr?a la cara y la cabeza, lo que permitía que un mismo actor representase mas de un personaje. Probablemente la máscara, al hacer el efecto de una caja de resonancia, acrecentaba la voz del actor; sin embargo, éste se veía obligado a tener una dicci?n muy clara y unos ademanes muy expresivos, pues no podía hacer uso de la expresión facial.
