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SIRENA64
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Mensaje por SIRENA64 » 01 Mar 2007 09:17

Un comerciante de muebles que acababa de comprar un sill?n de segunda mano descubri? una vez que en un hueco del respaldo una de sus antiguas propietarias había ocultado su diario ?ntimo. Por alguna razón --muerte, olvido, fuga precipitada, embargo-- el diario había quedado ahí, y el comerciante, experto en construcción de muebles, lo había encontrado por casualidad al palpar el respaldo para probar su solidez. Ese día se quedé hasta tarde en el negocio abarrotado de camas, sillas, mesas y roperos, leyendo en la trastienda el diario ?ntimo a la luz de la l?mpara, inclinado sobre el escritorio. El diario revelaba, día a día, los problemas sentimentales de su autora y el mueblero, que era un hombre inteligente y discreto, comprendi? enseguida que la mujer había vivido disimulando su verdadera personalidad y que por un azar inconcebible, el la conocía mucho mejor que las personas que habían vivido junto a ella y que aparec?an mencionadas en el diario. El mueblero se quedé pensativo. Durante un buen rato, la idea de que alguien pudiese tener en su casa, al abrigo del mundo, algo escondido --un diario, o lo que fuese--, le parec?a extraña, casi imposible, hasta que unos minutos después, en el momento en que se levantaba y empezaba a poner en orden su escritorio antes de irse para su casa, se percatú, no sin estupor, de que él mismo tenía, en alguna parte, cosas ocultas de las que el mundo ignoraba la existencia. En su casa, por ejemplo, en el altillo, en una caja de lata disimulada entre revistas viejas y trastos in?tiles, el mueblero tenía guardado un rollo de billetes, que iba engrosando de tanto en tanto, y cuya existencia hasta su mujer y sus hijos desconocían; el mueblero no podía decir de un modo preciso con qué objeto guardaba esos billetes, pero poco a poco lo fue ganando la desagradable certidumbre de que su vida entera se defin?a no por sus actividades cotidianas ejercidas a la luz del día, sino por ese rollo de billetes que se carcomía en el desv?n. Y que de todos los actos, el fundamental era, sin duda, el de agregar de vez en cuando un billete al rollo carcomido. Mientras encendía el letrero luminoso que llenaba de una luz violeta el aire negro por encima de la vereda, el mueblero fue asaltado por otro recuerdo: buscando un sacapuntas en la pieza de su hijo mayor, había encontrado por casualidad una serie de fotograf?as pornogr?ficas que su hijo escondía en el caj?n de la cómoda. El mueblero las había vuelto a dejar rápidamente en su lugar, menos por pudor que por el temor de que su hijo pensase que el tenía la costumbre de hurgar en sus cosas. Durante la cena, el mueblero se puso a observar a su mujer: por primera vez después de treinta años le ven?a a la cabeza la idea de que tambiénella debía guardar algo oculto, algo tan propio y tan profundamente hundido que, aunque ella misma lo quisiese, ni siquiera la tortura podría hacárselo confesar. El mueblero sinti? una especie de vartigo. No era el miedo banal a ser traicionado o estafado lo que le hacía dar vueltas en la cabeza c**o un vino que sube, sino la certidumbre de que, justo cuando estaba en el umbral de la vejez, iba tal vez a verse obligado a modificar las nociones más elementales que constituñan su vida. O lo que el había llamado su vida: porque su vida, su verdadera vida, según su nueva intuición, transcurr?a en alguna parte, en lo negro, al abrigo de los acontecimientos, y parec?a más inalcanzable que el arrabal del universo.

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azul
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Mensaje por azul » 01 Mar 2007 09:33

todos tenemos sentimientos guardados en el interior y que nunca expresaremos :nodigona:

yo no tengo nada guardado en inguna caja :nodigona:

guardo muy pocas cosas :nodigona:


que bien escribes :beso: :beso: :beso:

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Mensaje por SIRENA64 » 01 Mar 2007 10:22

azul escribió:todos tenemos sentimientos guardados en el interior y que nunca expresaremos :nodigona:

yo no tengo nada guardado en inguna caja :nodigona:

guardo muy pocas cosas :nodigona:


que bien escribes :beso: :beso: :beso:
gracis azul :beso: :beso:

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Mensaje por SIRENA64 » 02 Mar 2007 19:31

LA NI?A ENCANTADA

?rase un grande señor que tenía dos hijas: una estaba para casarse con un conde. Y la otra hablaba secretamente con un mozo pobre y plebleyo.

Enter?se de esto el padre de la niña y la encerr? en un cuarto del palacio.

Por una ventana se comunicaba con su novio, pero esto se descubri? y el mozo determin? marchar con un señor que iba a pelear contra los moros.

De acuerdo con los encantadores, el padre cogi? a su hija y con el dinero que le correspondía en herencia la llevé a una montaña; un encantador comenz? a leer por un libro, y de una cueva salió el Cu?lebre que había de guardar a la niña. Esta, llorando a l?grima viva, rogaba a su padre que no la encantara, pero el tirano la hizo entrar en la cueva y c**o único consuelo le dijo los medios que tenía que emplear el que se atreviera a libertarla y la dejé allí encantada.

Mientras tanto, su novio, dispuesto a ganar honores, hizo tantas cosas peleando contra los moros que el rey le hizo noble y le dio armas para su escudo.

Y con esto regres? y presentúse delante del palacio de su novia. Por un criado viejo que estimaba mucho a la niña, supo lo del encantamiento y el mozo fue a la montaña y registrá todas las cuevas sin resultado alguno. Después sentúse a descansar bajo la sombra de un fresno y de pronto oy? la voz de un pastor que iba detr?s de su rebaño cantando:

Ni?a que estas encantada

En la cueva de Cirbi?n,

He de libertarte yo

La mañana de S. Juan.

El mozo atraves? corriendo un catollal, llegó al pie de la fuente donde estaba el pastor y le preguntó el significado de la copla.

El pastor le contestú que estando él metido en el hueco de un roble para librarse de la lluvia, había visto, lleno de miedo, el encantamiento de la niña. Y que el padre de la niña al marcharse había dicho a su hija:

El que se atreva a desencantarte tiene que presentarse aquí la mañana de S. Juan cargado de reliquias y dar muerte al Cu?lebre, de una lanzada en la garganta.

Y si no hay Quién se atreva a hacer esto - agreg? el pastor - lo haré yo cuando sea hombre. ?Si supiera usted qué guapa es la nena!

¡Calla! A esa joven me corresponde a mí desencantarla.

Y la mañana de S. Juan, armado de lanza y cargado de reliquias, presentúse el mozo en la cueva donde estaba encantada su novia y esperé.

Al poco tiempo sinti? un ruido muy grande y vio que en dirección a él avanzaba el Cu?lebre silbando y dando golpes con la cola.

El mozo, aprovechando un momento en el que el Cu?lebre se enderez? frente aél, hinchando el cuello, le dio un golpe de lanza en la garganta y le matú.

Inmediatamente se rompi? el encanto y apareció la niña llena de hermosura delante del valiente mozo. éste la cogi? en sus brazos y la depositú desmayada en el campo.

El pastor presenci? la lucha del mozo con el Cu?lebre desde el mismo sitio que había presenciado el encantamiento.

Y cuando vio al Cu?lebre caer muerto, fue corriendo a dar cuenta al antiguo criado de la niña. El padre de ésta había muerto el día que la encantó.

Hici?ronse grandes preparativos en el palacio, y todos los habitantes del contorno se dirigieron a la montaña en busca de los enamorados, los cuáles se casaron a los pocos días. Y dieron al pastor una parte del dinero que había acompañado a la niña en su encantamiento

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Mensaje por SIRENA64 » 11 Mar 2007 18:30

Con la tr?gica gracia de un ave abatida. Así cay? el hada desde los cielos. El gnomo lo supo al instante. él era el bosque y el bosque era el gnomo y no existía poder en el mundo capaz de discernir entre ellos.
Con infinito pesar se acerc? hasta el hada herida. Hebras del ciego sol ba?aban el llano y el esplendor del cielo se refugiaba tras un pesado manto de dolor. Un rictus de agon?a acidulaba la miel de los panales silvestres. El gnomo, observ? la herida. El rastro de pólvora no dejaba lugar a dudas.
- Humanos ? dijo, escuetamente.
No se molestú en odiarlos. No era de sabios odiar, menos aún a una especie condenada.
Implorando el perdón de los Dioses, cobr? la vida de unos arbustos para erigir una camilla. Quiero creer que supieron perdonarlo. Con sumo cuidado, entablill? las alas rotas. Luego de cerciorarse de haber hecho un buen trabajo, parti? con su preciada carga.
Bajo un gran hongo, dispuso el gnomo su refugio. Con el rocío de la mañana, trenz? las paredes y el p?talo de una rosa, oficio de puerta. Con su pesada soledad, hizo un buen techo y el heno seco de alrededor, sirvi? de mullido lecho. Sobre el mismo depositú al hada. Allí mismo, habría de curar sus heridas.
Todo el bosque colabor? con el gnomo. Las plantas silvestres cedieron gustosas sus hojas y frutos. Las aves cargaron en sus picos el agua de las cumbres heladas. Con pelos cedidos por su familia, mam? osa teji? una manta que protegi? al hada del denso frío de la noche. La sabia lechuza supervis? las dosis de medicina y el siempre atento gallo, la hora de administrarlas. El astuto zorro, entretuvo a la muerte con ingeniosas adivinanzas mientras el lobo feroz destrozaba su guada?a a dentelladas. Hubo veda de carne en señal de respeto a la beldad herida. Hubo pena terrible para quienes la ignoraron.
Ya sea por tanto cuidado o porque los Dioses lo dispusieron (aunque sospecho yo, que por ambas cosas), un día el hada abrió sus ojos y el mismo cielo cobr? vida en ellos. Todo el bosque festej? el suceso y hasta el Padre Sol se asoci? a la fiesta con su tibio abrazo.
El gnomo, entonces, se permiti? una sonrisa, aunque se esforz? bastante por su falta de costumbre.
- Hoy, ha vencido la vida ?Dijo, orgulloso, para sus adentros.
Poco tiempo transcurri? desde aquel entonces, hasta que el hada san? por completo. De las heridas terribles, solo un rastro había quedado: sus alas, resentidas por la atroz ca?da, se negaban a volar.
El hada no se preocup? por ello. La vida latía con inusitada fuerza en su interior y el mismo bosque no pudo evitar contagiarse de su renovado esplendor. Su sola presencia dispersaba las tinieblas y las flores se engalanaban con ex?ticos atuendos. Y las aves esgrimían toda su sapiencia en magníficas sinfon?as, desconocidas hasta entonces. Y el agua de los arroyos era más clara y más fresca. Y los ?rboles, que no quisieron ser menos que el resto, gestaron exquisitos frutos de su Ser. Y la muerte fue, de hecho abolida, en el bosque, pues la vida misma residía en él.
?Ah!, ?s?!, jamás lugar alguno del mundo, alberg? tanta dicha dentro de sí.
El gnomo, curiosamente, no compartía esta euforia. En su alma, hasta entonces serena y l?cida, comenzaban a gestarse sentimientos que escapaban a su comprensi?n. Optú, al comienzo, por ignorarlos, más el tiempo no le otorg? el alivio deseado. Por el contrario, multiplicados y fortalecidos, embargaron por completo su Ser.
Acudi?, entonces, al raciocinio, que tan buenos frutos le había dado anteriormente:
- Nada más pido de la vida. Nada me impide ser feliz.-.
Se repiti? a sí mismo hasta el cansancio. M?s, se enga?aba. De hecho, el gnomo no era feliz, por más empe?o que pusiese en serlo.
Desesperado, acudi? a su magia. Al asomar la Luna, en lo profundo del bosque ejecutú antiguos ritos ya casi olvidados, implorando a los Dioses, le devolviesen la paz a su alma. M?s es sabido que los dioses ignoraron sus plegarias.
Antes de clarear el día, una l?grima aflor? en el rostro anciano del gnomo. Entonces, declar?ndose vencido, admiti? aquello que tanto se había esforzado en negar: se había enamorado.
El hada lo vio llegar de madrugada. Su rostro, su cuerpo, su Ser entero, evidenciaban la terrible lucha en el interior de su alma. La tristeza infinita de sus ojos, el resultado de la misma.
Lo que sucedi? luego es, sencillamente inexplicable. Ella, acarici? con su mano pequeña, el verde rostro surcado del gnomo y su sonrisa opacá al mismo sol. Luego, acerc? sus labios hacia él.
Ambos fueron Uno desde aquel día y todo el bosque festej? el suceso. Nada era imposible en aquel lugar de ensueño, ni siquiera el amor entre lo excelso y lo grotesco.
El gnomo, abrió su alma a la vida y la misma fue generosa con él. Le obsequi? días de dicha y noches de intensa pasi?n. El sinti? que sus manos, torpes en otros tiempos ya lejanos, obraban prodigios gestando acordes de ensueño. Y sus labios bebieron la esencia de la vida con feroz avidez. Y su cuerpo, contrahecho y viejo, se erguña para irrumpir en la perfecci?n absoluta.
El sinti? que había vivido solamente para esos instantes. Que sus días anteriores habían sido solamente un preludio agúnico e interminable. Que había hallado por fin la respuesta a su razón de existir.
Transcurri? el tiempo y nada parec?a turbar la dicha de la ins?lita pareja. Pero una noche, el eco de un cristal al quebrarse, despertú al gnomo. Advirti? que estaba solo y que el ruido, apenas perceptible, procedía desde afuera. Sin emitir sonido alguno, transpuso el p?talo de la rosa. Entonces, la vio.
El hada sollozaba a la luz de la luna. Agudizando el o?do, pudo escuchar que decía:
- Volar hacia el sol, derecho hacia el sol ?más allí del sol! ?
Y entonces, un nuevo sollozo interrump?a sus palabras hasta que la fuerza de la desaz?n las expulsaba de su pecho nuevamente.
El gnomo volvi? a su lecho y fingi? dormir, más no pudo hacerlo. El amor no había menguado su sabidur?a centenaria y a ella debería acudir en la más difícil de las decisiones que le deparaba la vida.
Juzg? que quien abraza la dicha, no puede ignorar al dolor acechando tras ella. Juzg? que cuanto mas grande es la primera, más intenso es lo segundo. Juzg? que, aún así, había valido la pena.
Al nacer el día se acerc? hacia el hada y, sin expresar palabra alguna, toc? sus alas con ambas manos. Y su magia, que le había impedido el olvido, revitalizada por su infinito amor, se esparci? sobre las alas heridas. Y la savia vital fluy? nuevamente sobre ellas.
El hada enfrentú los ojos del gnomo y una l?grima humedeci? su mejilla. él intentando sonre?r, le dijo:
- Vuela derecho hacia el sol, tan lejos c**o el sol, ?más allí del sol! ?
Ella sonri? avergonzando al astro por última vez y, agitando sus alas, plane? alrededor del bosque. Y los animales, los prados, las flores, los ?rboles, los arroyos y la misma tierra, se despidieron de ella.
Luego, se elev? derecho hacia el sol, tan lejos c**o el sol, ?más allí del sol!
Finaliza así la historia que quise narrar. De lo que ocurrió luego no fui testigo y no es mucho lo que se cuenta al respecto.
Hay quienes dicen que vivi? el resto de su vida bajo el hongo donde tan feliz había sido. Y que el amor del hada, burlando la distancia, viajaba en el primer rayo de luz de cada día, atravesando las paredes de rocío y la puerta de p?talo de flor, para insertarse directamente en su corazón.
Cuentan desde entonces, que cada vez que nos encontramos con alguien que, con el corazón entre las manos, nos autoriza a ser quienes somos,
invariablemente nos transformamos.
Abandonamos para siempre las horribles brujas y los malditos ogros que anidan en nuestra sombra para que, al desaparecer, dejen lugar a los mas bellos, amorosos y fascinantes caballeros y princesas que yacen, a veces, dormidos dentro de nosotros.
Hermosos seres que al principio aparecen para ofrecerlos a la persona amada, pero que terminan infaliblemente adue??ndose de nuestra vida,
y habitúndonos permanentemente.
El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar a otro para que sea quien es...
Mucho mas allí de que esa autenticidad sea o no de mi conveniencia.
Mucho mas allí de que, siendo quien SOS, me elijas o no a mi, para continuar juntos el camino...


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Mensaje por Tori21 » 11 Mar 2007 20:44

LOS TRES QUE E LE?DO SON PRECIOSOS, GRACIAS POR COMPARTIR ESTAS
PRECIOSIDADES CON NOSOTROS.
Última edición por Tori21 el 06 Jun 2007 02:05, editado 1 vez en total.

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Mensaje por SIRENA64 » 13 Mar 2007 15:43

Hab?a una vez una pata que había puesto cuatro huevos...
Mientras los empollaba, un zorro atacá el nido y la matú.
Por alguna razón no llegó a comerse los huevos antes de huir, pero estos quedaron abandonados en el nido.
Una gallina clueca que pasó por all?, encontré el nido sin cuidados y su instinto la hizo sentarse sobre los huevos para empollarlos.
Poco después nacieron los patitos y, c**o era lógico, tomaron a la gallina c**o su madre y caminaron en fila tras ella.
La gallina contenta con su nueva cr?a, los llevé hasta la granja.
Todas las mañanas después del canto del gallo, mam? gallina rascaba el pico y los patos se esforzaban por imitarla. Cuando los patitos no conseguían arrancar de la tierra un másero gusano, la mam? sacaba para todos sus polluelos, partía cada lombriz en pedazos y alimentaba a sus hijos en sus propios picos.
Un día, c**o otros, la gallina salió a pasear con su nidada por los alrededores de la granja. Sus pollitos, disciplinadamente, la seguían en fila.
Pero de pronto, al llegar al lago, los patitos de un salto se zambullieron con naturalidad en la laguna, mientras la gallina cacareaba desesperada pidióndoles que salieran del agua.
Los patitos nadaban alegres chapoteando y su mam? saltaba y lloraba temiendo que se ahogaran.
El gallo apareció atra?do por los gritos de la madre y se percatú de la situaci?n.
- No se puede confiar en los j?venes - fue su sentencia - son unos imprudentes.
Uno de los patitos que escuch? al gallo, se acerc? a la orilla y les dijo:
- No nos culpen a nosotros por sus propias limitaciones.


No pienses que la gallina estaba equivocada.
No juzgues tampoco al gallo.
No creas a los patos prepotentes y desafiantes.
Ninguno de los personajes está equivocado, lo que sucede es que ven la realidad desde diferentes puntos de vista.
El único error, casi siempre, es creer que el punto de vista en que estoy, es el único desde el cual se divisa la verdad.

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Mensaje por SIRENA64 » 13 Mar 2007 15:45

LA OLLA EMBARAZADA
c**o va todo con tus padres?
Con altibajos conteste.Hay momentos en que nos entendemos muchisimo y cada uno puede ponerse en el lugar del otro , pero hay otros en que no hau manera .Nada que hacer.
Bueno Demian, supongo que eso te va a pasar con todo el mundo durante el resto de tu vida .
Si , pero con los padres de alguna manera es diferente , ellos son mis padres ...........
Si son tus padres, pero , en que sentido dices que eso es diferente ?
Ellos tienen un determinado poder por ser mis padres .
Que poderá
Poder sobre mi.
Tu ya eres adulto Demian, y c**o tal nadie tiene poder sobre ti, nadie , por lo menos nadie tiene mas poder que el que tu les des .
Yo no les doy nada.
Parece ser que si
Pero la casa es de ellos, me dan de comer , me compran ropa , pagan algo de la facultad, mi madre me hace la comida , la colada , hace mi cama .....eso algun derecho les da.
Tu no trabaj así
Si claro que trabajo
Y entonces??, yo puedo entender que vivas en esa casa, sino te puedes permitir economicamente un apartamento para ti, pero en todo lo demas yo creo que si de verdad quieres luchar por tu independencia , hay cosas que podrias hacer solo.
De que v asíya me estas tratando c**o si fuera un inutil , igual que mi madre?c**o si lo mas importante del mundo fuera aprender a hacerse la cama, antes de hacer otras cosas.
No supongo que no, pero tu eres el que reclama libertad e independencia .

Yo no quiero libertad e independencia para cocinarme mi comida , hacerme la cama o lavarme la ropa .La quiero para no tener que pedir permisos , para sentirme con derecho a contar lo k quiero o a callarme el resto .
Quizas Demian , estos dos grupos de libertades sean interdependientes.
Yo no quiero dejar de ver a mis padres .
No claro que no ,pero tu reclamas algunos derechos recortados de tu situacion actual y renuncias a una parte de las responsabilidades que devienen de esos derechos .
Pero yo puesdo elegir en que areas voy a independizarme antes y en que areas prefiero esperar un poco .
A ver si esto te ayuda a aclararte ...............


Un hombre le pidio una tarde a su vecino una olla prestada.El dueño de la olla no era demasiado solidario , pero se sintio obligado a prestarla.
A los cuatro dias la olla no habia sido devuelta, asi que con la excusa de necesitarla, fue a pedirle a su vecino que se la devolviera.
Casualmente iba a subir a su casa a devolversela , El parto fue tan dificil ..........
Que parto ?
El de la olla
c**o??
Ah no lo sabia , la olla estaba embarazada
Embarazada?
Si , y esa misma noche tuvo familia, por eso tuvo que hacer reposo , pero ahora ya esta recuperada.
Reposo???
Si un segundo , por favor.
Y entrando en la casa saco la olla una jarrita y una sarten .
Esto no es mio, solo la olla.
No , es suyo , son las hijas de la olla, si la olla es suya, las hijas tambien lo son .
El hombre penso que su vecino estaba totalmente loco, pero mejor que le siga la corriente se dijo.
Se marcho a su casa con la sarten , la jarrita y la olla.
Esa tarde el vecino volvio a llamar a su puerta
Vecino me puede prestar el destornillador y la cinta ?, el hombre se sentia ahora mas obligado que antes .
Si , claro .
Cuando ya estaba pensando despues de una semana en ir a recuperar sus cosas, el vecino llamo a la puerta .
Ay vecino usted no sabia ??
El que??
Que el destornillador y la cinta son pareja .
No me lo diga, dijo el hombre con los ojos desorbitados .
Mire fue un descuido mio , los deje solos un ratito y se ha quedaDO embarazada.
La pinza???
La pinza , le he traido a sus hijos , y abriendo una canastilla le entrego algunos tornillos y tuercas y clavos .
Esta totalmente loco , penso el hombre , pero los clavos y los tornillos siempre venian bien .
Pasaron dos dias y el vecino pedig?e?o aparecio de nuevo y le dijo el otro dia vi que tenia usted una anfora de oro, seria tan gentil de prestarmela durante una noche?

Al dueño de anfora le tintinearon los ojitos .
c**o no dijo en actitud generosa , y entro a buscar el anfora .
Gracias vecino Adios
Paso aquella noche y la siguiente y no se atrevia a pedirle a su vecino que se la devolviera , sin embargo habian trascurrido una semana y fue a reclamarsela .
El anfora dijo el vecino??? Ah no se ha enterado
De que???
Murio en el parto
c**o que murio en el parto ?
Si el anfora estaba embarazada y murio en el parto
Digame , usted cree que soy estupido???c**o va a estar embarzada un anfor de oro??

Mire vecino , usted acepto un embarazo y el parto de la olla , acepto tambien la boda y la descendencia del destornillador y la pinza, porque no habra ahora de aceptar el embarzo y la muerte del anfora de oro ????


Tu Demian puedes elegir lo que quieras , pero no puedes er independiente para lo que te resulta mas fácil y agradable y no serlo cuando te cuesta un esfuerzo.
Tu criterio , tu libertad, tu independencia vienen juntos con tu proceso de crecimiento.
Tu decides ser adulto o permanecer c**o un niño .


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Mensaje por Tori21 » 13 Mar 2007 17:12

HOLA.

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Mensaje por SIRENA64 » 16 Mar 2007 14:45

Tori21 escribió:HOLA.
hola tori :beso:

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