- ¿Qué desea?
A lo que el señor le contesta:
- Quiero... 3 cafés.
- ?3 cafés? - Le pregunta el camarero sorprendido.
- Si, uno para mi, otro para ti, y otro para la zorra de tu madre.- Le contesta el señor.
El camarero atúnito y mosqueado se aguanta las ganas de darle un pu?etazo por decoro y por temor a que le despidan, y piensa... quizás sea la última vez que venga por aquí, y no merece la pena. Pone los tres cafés.
Al día siguiente el camarero acaba de abrir el bar, cuando de nuevo sorprendido ve c**o el mismo señor del día anterior entra en el bar.
El señor se acerca hasta él y le dice:
- Quiero que me ponga 3 cafés.
El camarero precavido por el día anterior le vuelve a preguntar
- ?3 cafés?, a ver ?para Quién son?
El señor le contesta:
- Uno para mi, otro para ti , y otro para la zorra de tu madre.
El camarero no se aguanta las ganas, sale de la barra y le da una paliza de c?digo rojo. Al final el señor se va casi sin poder caminar, pero el dueño del bar no despide al camarero puesto que ve que el comportamiento del camarero ha sido justificable.
Al día siguiente el camero colocaba las tazas de café, cuando todo incr?dulo ve aparecer al señor por la puerta con un ojo morado, la pierna vendada, el brazo en cabestrillo. El señor se acerca a él y le dice:
- Quiero 2 cafés.
El camarero enrarecido le pregunta, dos cafés, para Quién?,
- Uno para mi, y otro para la zorra de tu madre. Para ti no, que te pones muy nervioso...
