Mensaje
por varech » 27 Nov 2007 15:16
Cuando yo estuve en Argelia, allí no había nada par poner ni belenes ni ?rboles, ni nada de nada.
Se me ocurrió hacer un bel?n con masa y me quedé mon?simo de la muerte. Les puse hasta ropa a las figuritas. Pero no ca? que la harina con la que las hice era de pan, y al otro día estaba la Virgen para volver a parir, San José, c**o si fuera de Botero y el niño desbordado en el pesebre, c**o un alien, el pobre.
Las ropas lo mismo las llevaban en los sobacos, que en el cuello, que en las piernas enrolladas. Un desastre.
Todos los pastores lo mismo, y los animales, transgúnicos totales.
Fermentú la masa bien agusto durante toda la noche.
Y otra: me regalaron una rama de abeto para poner un "?rbol", y con cintas de embalar fui adon?ndolo. Me dejaron un espumillón que debía ser de las postguerra, a juzgar por los hilillos que le quedaban, y que tuve que cuidar mucho para devolverlo en condiciones.
Me pongo a plantar el ?rbol en una maceta y me dice mi niña: "Mami, en el pelo llevas espumillones". Me toco el pelo para quitúrmelo y me veo en la mano una procesionaria. Pegu? un grito que vino hasta la vecina.
Estaba la rama con bolsas de procesionaria, pero c**o no tenía otra cosa y quería que mis niñas tuvieran ?rbol, con mucho asco y paciencia las quitú todas, lo lav? y lo adorn