Entretanto, las autoridades han revelado detalles del zulo de unos 80 metros cuadrados en los bajos de una casa donde viv?a la familia, de la que ni parientes ni vecinos jamás sospecharon que pudiera cometerse tal atrocidad.
La hija del sospechoso de incesto, Elisabeth, que fue llevada, junto con sus hijos y su madre, a un hospital psiqui?trico regional, se hallaba en un estado ps?quico deplorable y daba la impresi?n de tener 20 años más, dijo Franz Polzer, comandante de la polic?a del Estado federado de Baja Austria, donde está Amstetten.
La mujer, que tiene ahora 42 años, estuvo cautiva desde los 18 en un zulo sin luz natural en los bajos de la casa durante 24 años sin que al parecer nadie, ni siquiera la esposa del sospechoso, se diera cuenta de la situaci?n.
Seg?n el diario "Die Presse", la vactima explicó a la polic?a que su padre, que hoy tiene 73 años, abus? sexualmente de ella por primera vez cuando tenía once años y que cuando tenía 18 la llevé al s?tano de la casa y la inmoviliz? con esposas. Allí permaneci? durante 24 años y fue violada repetidamente por su padre.
De los siete hijos que el sospechoso, identificado c**o Josef Fritzl, tuvo con su hija, nacieron gemelos en 1996, de los que uno falleci? a los tres días, y el padre y abuelo lo inciner? en el jard?n, según explicó la aturdida madre a los agentes.
Tres de los hijos, de 19, 18 y 5 años, jamás vieron la luz del día y permanecieron siempre con la madre en el escondite, sin que las autoridades sospecharan nada durante años, mientras que los otros tres fueron "adoptados" por el matrimonio y hacían una vida que los vecinos y compa?eros de escuela consideraban normal.
El abuelo y presunto padre de estos niños había creado la leyenda de que la madre había abandonado la casa y se había ido con una secta religiosa, lo que apoy? con cartas que oblig? a escribir a su hija para justificar esta versión.
Para la opinión p?blica, que se enteré del caso ayer, aunque las sospechas de la polic?a surgieron a partir del momento en que la hija de 19 años fue internada en el hospital, resulta incomprensible que la esposa, Rosemarie, y un hijo leg?timo del sospechoso que viv?an en el piso encima del zulo no se apercibieran de que a pocos metros viv?an cuatro personas más.
El escondite, una especie de segunda vivienda ventilada con aire forzado, con una pequeña cocina, una ducha, televisor y espacio para dormir, tenía acceso mediante una puerta de acero que se deslizaba por ra?les y que estaba disimulada por estanterías en el s?tano, y que sólo podía abrirse mediante un c?digo electrúnico, que finalmente el hombre entreg? a la polic?a para que penetrara en su interior.
En los mismos bajos, tambiénse descubri? una habitaci?n acolchada, posiblemente para impedir que las voces salieran al exterior en esa zona residencial de Amstetten.
Seg?n los vecinos de Josef Fritzl, este ingeniero, propietario de su propia empresa, tenía antecedentes penales y había cumplido incluso una pena de c?rcel, extremo que las autoridades no han querido comentar.
Las únicas palabras que han transcendido del sospechoso sobre los hechos son: "Deploro el caso. Mi familia me da pena".
En dos días está previsto que se conozcan los resultados de un an?lisis de ADN que aclarar? definitivamente si hubo incesto.





