Mi niña nació en octubre y cuando llegó el verano siguiente, mi pediatra me recomend? que no le diese mucho el sol, que mejor no la llevase a la playa, pero si quería llevarla, que la llevase o por la mañana temprano, hasta las 11 o así o por la tarde, tarde, cuando el sol ya no quema. Y por supuesto, con protecci?n.
Así que no la llevé y además, si tenía que salir a la calle, le ponía su cremita por si acaso.
También es cierto que mi hija es muy blanquita. Y cada pediatra tiene su propio criterio, pero yo no quise arriesgar.
