, lo que yo decía, no abro muchos pero busc?ndo entre las carpetas del ordenador he encontrado este mon?logo del "Club de la Com?dia" y al releerlo me he vuelto a reir mucho. He trabajado dur?nte casi 15 años de mi vida c**o peluquera/esteticista, y cualquier parecido con la realidad es pura coincid?ncia Las peluquerías
¿Se imaginan que van a por el peri?dico y dicen:
- ? Me da el Pa?s?
Y el quiosquero les contesta:
- No, le voy a dar el Supertele... y este paquete de chicles de menta.
O que cogen un taxi:
- A la plaza de las Ventas, por favor.
Y el taxista les diga:
- No, le voy a llevar al Santiago Bernab?u, que a usted le pega ser del Madrid.
?Pues eso es una peluquería! Un sitio donde pides una cosa, y el peluquero hace lo que le da la gana. Por esta razón, lo primero que haces cuando sales de la peluquería es buscar un espejo y ponerte el pelo a tu manera. Y digo yo, entonces, ?para qué v así
Yo creo que la peluquería es un sitio del que hay que desconfiar, porque todo te lo hacen por la espalda. Es curioso: engordas, te deprimes, estés celosa, y en vez de fugarte con Pierce Brosnan que es lo que deberíamos hacer todas, te vas a la peluquería, y le dices al peluquero:
- C?rtame el pelo por aquí. Quiero un cambio de imagen radical.
Y ya lo creo que te cambia de imagen. Te deja c**o si hubieras metido la cabeza en una freidora. Te ves tan horrible que se te olvida la depresi?n que tenías, y te agarras otra. O sea, que en la peluquería no te quitan la depresi?n, simplemente te la cambian de sitio.
Y de ahí su ?xito. En una peluquería, a los cinco minutos ya te han convertido en un adefesio, para que se te olviden las penas que tra?as. Te ves sentada enfrente de un espejo, en babero, embadurnada, con chorretones de tinte resbal?ndote lentamente por la cara colorada, la cabeza envuelta en papel albal y oliendo a huevo podrido. Y piensas: Solo falta que me salga un alien de la tripa, j***r.
Estás hecha un espantajo, y es el momento en que la peluquera se aprovecha de ti para ponerte todavía más potingues. La técnica utilizada es la siguiente: primero, un poco de peloteo:
- Tienes una pesta?as preciosas
- ?Ah si? Muchas gracias.
Y luego te mete la cuña:
- Sí, son preciosas, lastima que...
- ?L?stima que qué?????
- Que tengas el pelo tan pobre y apagado.
- ?Pobre y apagado? ¿Que horror! ¿Y qué puedo hacer?
Y entonces te la coloca:
- Pues mira, por solo diecisiete mil pesetas, te voy a poner un tratamiento de colágeno de placenta de foca que veras c**o te quedas. ?Diecisiete mil pesetas! Te dan ganas de decirle: "Oye, ?y por qué no me estropeas las pesta?as, que me saldráa mas barato?"
Pero eres incapaz de negarte. Yo creo que con tanto olor a laca, te pillas un coloc?n de miedo, y por eso dices a todo que s?:
- Te voy a hacer unas mechas.
Y tu:
- Vale.
?Desde luego hay que ver que obsesi?n tienen todas las peluqueras con hacerte mechas! Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que una mujer entre en una peluquería y no salga rubia con mechas. Aunque sea rubia, tambiénsale rubia con mechas.
Que esto es otro truco de las peluquerías para hacerte clienta de por vida. Una vez que te ti?es, ya estas condenada a seguir acudiendo de por vida, para no deste?irte, porque en las peluquerías nada es permanente, ni siquiera la permanente es permanente.
A veces vas a la peluquería con un recorte de una revista para que te corten el pelo c**o a Meg Ryan. En realidad no quieres el pelo de Meg Ryan, quieres la cara de Meg Ryan, el cuerpo de Meg Ryan, el dinero de Meg Ryan... Y entonces las peluqueras se tienen que buscar la vida para explicarte que, con esos 4 pelos cabreados que te quedan, y que además te nacen en la coronilla, es imposible lograr un flequillo espeso, y que lo más que pueden hacerte es el mo?o de Betty Misiego.
Pero lo peor es cuando la peluquera termina contigo y te miras al espejo. Te ves rara, c**o con cara de asustada, y vuelves a casa escondi?ndote en los portales, para que no te vea nadie conocido. Y c**o necesitas que alguien te diga que te queda bien, le preguntas a tu marido:
- Cariño, ?te gusta?
- ¿Qué es lo que me tiene que gustar?
- Pues el pelo.
- Ah, el pelo. Sí, s?, estés muy guapa... ¿Y cómo lo llevabas antes?
- Pues era skin head, no te jode. ¿Y tú? ¿Cómo llevabas antes el pelo?
Antes por lo menos llevabas...
Total, que al final, tanto esfuerzo para nada. Porque él nunca lo nota... ?saben lo que pienso hacer la próxima vez que me encuentre un poco depre y me entren ganas de meterme en una peluquería? Pues fugarme con Pierce Brosnan, a ver si de eso se da cuenta mi marido...
Espero que os hayais reido
Taia
mientras le lavaban el pelo, yo estéba haci?ndole la manicura y solo hacía que mirar hacia arriba para ver la cara de la peluquera mientras le decía a la ayudanta por lo "bajini" - Que has hechoooooo??? te matooooooo. La peluquera lo arregló c**o pudo, y al final la señora salió contenta, o al menos eso parec?a, 
