Onega...si vas a unas olimpiadas de repostería, te habrías llevado la medalla de
ORO.
Que tarta hija mía! Que tarta!
Tus invitados se cayeron de las sillas directamente ¿no? No es para menos!
Y si terminaste así la comida, me puedo imaginar lo que les habías dado antes. Prep?rate porque esos amigos vuelven a tu casa, seguro!
Yo quiero ser tu amiga y que me invites a comer. Por fi!
Un
