Desde hace unos 4 meses he descubierto un placer. Un gran placer en la cocina. Algunos ya sab?is que la cocina me relaja y que no soy mala cocinera (vaga s?, c**o en casi todo, pero cocino bien). Lo que iba diciendo: hace unos meses descubr? que en el Eroski vendían sal Mald?n. Ya había o?do hablar de esa sal a cocineros famosos (l?ase Ferran Adri?, Sergi Arola -el cocinero más sexy del mundo... está pa darle de bocados y no pararse- J.M. Arzak...) así que me decid? a probarla. El precio echaba un poco para atrás, todo hay que decirlo, pero poco más de 5? es lo que te puede costar una botellita de vino medianamente decente cuando vas a una cena informal, así que pensá que 250gr de sal me iban a durar mucho más que la botella y, ni corta ni perezosa, la metú en el carro de la compra. Al llegar a la caja, después de pasar varias cosas por el esc?ner, la cajera mira el paquete de sal Mald?n que tenía en la mano y, acto seguido, a mí. Así varias veces hasta que se atreve a decirme: "pero... tú sabes que ésto es sal???" y yo, casi compungida: "hmmm, s?" (en un susurro) y ella: "pero bonita, si esto es S?LO sal... y por el mismo precio puedes comprarte un saco de 50kg!!!" Total, que no logró su objetivo (que debía ser desanimarme... vaya cajera). Llego a casa con mi bien más preciado en una de las decenas de bolsas que me traje del super y me pongo manos a la obra. Mi primer objetivo: pescado y verduras a la plancha. Procedo con la comida c**o tenía entendido que debía hacerse, es decir: poner la comida (ya sean verduras, carne o pescado) encima de la plancha, asar al gusto y, una vez recién sacada de la plancha y dentro del plato, proceder a salar. Lo hice... cristalitos de sal por encima del pescado (una especie de cabracho) unas navajas frescas y media docena de cigalas... y sobre las verduritas (espárragos verdes, cebollitas tiernas, calabacín, berenjena y tomate). Ya sentada en la mesa y justo delante del plato podía llenarme de todas y cada una de las sensaciones olfativas y visuales del majar que tenía enfrente, pero no fue hasta que deslic? la comida en la boca, con una extrema suavidad, lentamente, casi c**o para retener ese momento... en ese preciso instante el paladar se expandi?, la salivaci?n hizo su efecto envolviendo la comida para no dejar escapar ningún sabor, ninguna textura... fue una extraña y placentera sensaci?n, casi (casi) parecida a un orgasmo suavito...
Ahora, mi próximo objetivo, es la flor de sal hecha en Mallorca. Dicen que es de las mejores cosechas... es te una textura diferente a la Mald?n (que son cristalitos.. casi cubos) y de un color rosado. Creo que ésta soy capaz de encontrarla en un reducto tan infranqueable a productos externos c**o es Formentera. La que ya veo más difícil de encontrar es sal del Himalaya...
Seguid mis consejos y probadla... que un cubata cuesta lo mismo y dura muchísimo menos... yo todavía tengo sal hasta año Nuevo c**o mínimo. No os arrepentireis.
Aquí algo de información sobre la sal mald?n que he encontrado por la net... la foto es la misma sal que tengo yo en casa.
Sal Maldon es una sal inglesa cuya gran particularidad es su gran pureza natural.
Dice Ferr?n Adri? que "sus caracter?sticos cristales, suaves y blancos ofrecen al paladar un sabor fresco muy apreciado por los gourmets más exigentes. Es un pequeño lujo que debe usarse con moderaci?n porque resulta un poco más salada que la sal norma.
¿Quiere poner en práctica un truco exquisito y, a la vez, muy sencillo?
Añada una pizca de sal maldon a un filete cocido de carne de buey justo en el momento de servirlo en la mesa (Ferr?n Adri? en la revista "Sabor").
La sal inglesa de Maldon (del condado de Essex) es una flor de sal exquisita que, c**o las grandes cosechas, no se obtiene todos los años ya que hace falta que se den unas condiciones climatológicas muy especiales. Peso neto: 250 gr.
