

Esto es un matrimonio donde el marido tiene la desagradable
costumbre de tirarse unos pedos increibles por la mañana al despertarse,
sin salir de
la cama, lo cual irrita muchisimo a su esposa, entre otras cosas porque
estos pedos son tan bestias que tiran las mantas fuera de la cama. Asi que
la
noche antes del dia de la accion de gracias espera a que suene el
despertador, su
marido se despierta y se tira una de sus yufas de campeonato, y entonces le
dice : - Mariano, estos pedos tuyos no son nada normal. Yo creo que debes
tener algun problema con tus intestinos, deben estar debiles o algo, seguro
que algun dia acabas expulsandolos con el gas.
- Pero que dices, mujer...
Total, que al dia siguiente, la esposa se despierta una hora antes y
va a la cocina a destripar el pavo, recoge todas las entrañas y se va al
dormitorio. Su marido esta durmiendo boca abajo, genial, asi que le deja
todas las tripas encima del culo y vuelve a la cocina a esperar.
Al cabo de un rato suena el despertador, que pronto deja de oirse
debido primero al resonar de un trueno intestinal y luego a un agudo
chillido de terror. Entonces oye que su marido se levanta y se dirige al
cuarto de baño, asi que la esposa se acerca a la puerta del servicio
procurando no reirse demasiado en voz alta y le pregunta a su marido :
- Mariano, que ha pasado ?
- Nada... ahora te lo cuento...
Pasan unos minutos y luego sale el marido, todavia palido pero con
una inesperada expresion de alivio en su cara. La mujer insiste :
- Mariano, que ha pasado ?
- Oye, que susto he pasado; justo como tu me dijiste ayer, al
tirarme un pedo esta mañana se me han salido las tripas por el culo. Pero
no importa, porque las he podido volver a meter todas.

