Novatina, los edulcorantes son artificiales, creación de laboratorio, con lo que generalmente están pensados para sustituir el azúcar y que su consumo no afecte a la salud. Los estudios sobre el IG de los alimentos se elaboran con cantidades de comida determinadas midiendo las subidas de glucosa que ésta provoca al ser ingeridas y digeridas. El proceso de digestión empieza en la boca con la salibación y a partir de ahí se empiezan a descomponer los alimentos. En función de los elementos descompuestos trabajan los órganos y se segrega lo necesario para su absorción, asimilación o evacuación.
Bien, siendo así de simple los edulcorantes no deberían afectar los niveles de glucosa porque están elaborados, en su mayoría, para eso. Lo que ocurre es que en nuestro deseo de dulce y convinción de que todo está más bueno si es dulce, del mismo modo que el cerebro nos puede hacer sentir felices siendo engañado por el edulcorante, puede poner en marcha el ciclo vicioso de los pastelitos (que con uno no tienes bastante porque se te abre el apetito...) y con él hacer que la ingesta de edulcorante tenga el mismo efecto que si tomaras azúcar.
Esta dieta no necesita de azúcares ni edulcorantes, es muy fácil acostumbrarse a comer sin sal y sin dulce porque en muy poco tiempo se aprecia el sabor real de la comida. Sí es cierto que si no se endulzan ciertas cosas son incomibles, para las cuales utilizaremos fructosa preferentemente y nunca sin sobrepasar los 20 grs diarios (puede frenar la pérdida de peso y aumentar el colesterol) o cualquier edulcorante disponible en el mercado sin irse a buscar cosas raras (por ejemplo la sacarina de toda la vida en cualquier supermercado...). Lo ideal sería no utilizar nada y no es imposible, pero también hay que ser realistas.
Si tomamos dulce, sea con azúcar o sin, no nos saciamos, se nos abre el apetito. La prueba está en que hay "adictos" a la coca-cola zero, en que si te tomas un yogur desnatado edulcorado rematarías el postre con chocolate o con un wasa con mermelada...
Me voy a la pelu
