
Ingredientes:
500 gr. de harina
125 gr. de azúcar
125 gr. de mantequilla
4 huevos
¼ l. de leche
15 gr. de levadura de panadería
Ralladura de un limón
Ralladura de una naranja
Ron
Cointreaux
Agua de azahar
Para empezar hacemos una masa previa con la levadura fresca para comprobar su fermentación, mezclamos la levadura con un poco de azúcar, un chorrito de leche tibia y algo de harina hasta formar una masa espesa y esperamos que doble su tamaño, un cuarto de hora más o menos. De mientras formamos un volcán con un hoyo dentro donde agregamos el resto de leche tibia, los huevo batido, sal, azúcar, las ralladuras de naranja y limón, una cucharada de ron, otra de Cointreaux, dos de agua de azahar y añadimos también la mantequilla en trocitos, lo mezclamos todo muy bien, ahora añadimos la masa de levadura y amasamos (golpeando la masa de vez en cuando para sacarle el aire y unirla mejor) hasta que tengamos una masa seca, suave y elástica, si hiciera falta le añadiríamos algo más de harina pero poco a poco, una vez lista la dejamos reposar al menos una hora.
Ahora, hacemos una bola con la masa y la ponemos en la bandeja del horno enharinada o con papel parafinado para que no se pegue, hacemos un agujero en el centro estirando poco a poco hasta darle la forma del roscón, nos tiene que quedar con un gran agujero en el centro y la masa no muy gruesa pues fermentara casi el doble de su tamaño y el agujero se ira cerrando, una vez dada la forma, lo pintamos con huevo batido y decoramos con la fruta confitada apretándola bien para evitar que se suelte durante el fermentado.
Podremos el roscón en un lugar sin corrientes de aire para que fermente y casi doble su tamaño, aproximadamente 2 horas y horneamos con el horno ya precalentado a 240º durante 8 minutos hasta que se dore.
Espolvoreando con azúcar humedecido con agua para crear ese aspecto escarchado, esperamos que se enfrié y ya lo podemos abrir para rellenarlo a nuestro gusto sin olvidar de meterle la sorpresa.