Madre mía llevo dos días soñando con el jabón que iba a hacer después de ver los marmoleados, ya había pensado como lo iba a hacer, y pensé en negro y oro, y con un aroma la mar de exótico almizcle, jazmín, naranja y sándalo. Ya lo estaba viendo como la perfección hecha jabón, le tenía puesto hasta el nombre noches de Babilonia. QUE DESASTRE, churros de Babilonia, cuando tengo la traza más bien líquida echo el aceite de argán y los aceites esenciales, y cuando voy a echar el colorante, la batidora se había incrustado en la masa, aquello no salía ni a golpes, ya lo había bautizado jabón batidora

, le eché lecitina de soja en aceite que se supone aligera la traza, aquello era como cemento armado. Ya en mi desesperación, lo calenté un poco y más lecitina y un poco de agua, y conseguí sacar la batidora

porque aunque no os lo creáis la batidora seguía dentro, aquello era para verme luchando contra la batidora y el jabón. Conseguí que aquello pareciera petroleo seco, porque encima al ser negro os podeis imaginar, lo eché a cucharazos en el molde, y como ya tenía el dorado disuelto en un poco de aceite, pues al por encima, para no tirarlo y haciendo churritos sobre la caja, en fin lo he envuelto para no verlo, y lo he castigado en un rincón de mi estudio

, hasta el viernes no quiero ni verlo. Que disgusto, si no hay como imaginar que va a resultar algo maravilloso, para que salga un churro indescriptible, en fin prometo fotos, aunque sea la vergüenza del foro, solo por el esfuerzo

y ver lo que sale, tengo curiosidad. En fin veréis mi engendrito el viernes, y lo refundiré que será para lo único que sirva el pobre.
Que bajón me ha dejado el jaboncito de las narices.
