Hola chicas, aquí estoy de nuevo. Como véis, no le doy descanso a mi máquina ni en vacaciones. Hoy me ha apetecido probar sólo el programa de amasado, así que he hecho un pequeño experimento. He utilizado una receta de pan muy simple, sólo con harina (685 gr.), sal (11 gr., aunque creo que hubiera admitido unos gramos más), levadura (11 gr., aunque yo le he puesto un sobrecito de levadura seca de panadería maicena casi entero) y agua templada (342 ml.). Lo he metido todo en el orden habitual en la bifinett y en un principio he programado como si fuera a completar todo el ciclo: programa 1, medida grande, tostado medio. Sin embargo, he calculado los tiempos para saber cuándo finalizaría el segundo programa de amasado, y llegado este momento he parado la máquina, sacado la masa e introducido a hacer la segunda fermentación en un bol de plástico, tapada con un trapo, y el bol puesto encima de la bifinet, que guardaba el calorcillo... Al cabo de una hora y media aproximadamente, la masa casi rebasaba el borde del bol. He hecho dos barras de pan, tipo rústicas, de pueblo, y al horno, precalentado, a 200 grados, unos 45 minutos. El resultado, un pan de corteza un poquitín dura, gruesa, pero crujiente y sabrosa. Y la miga... riquísima. Os lo muestro:
La receta original dice que la masa debe reposar dos horas la primera vez y cuarenta minutos una vez formados los panes. Y también dice que como sale bastante masa, se puede separar una parte y guardarla en la nevera, que dura unos 15 días y gana día tras día... pero yo no tenía tanto tiempo, así que he tenido que amoldarla a nuestros horarios de comida. Pero el pan me ha gustado mucho. Quizá habría salido más vistoso más torradito, pero tenía un conejito con patatas esperando su turno para el horno y el gazpacho fresquito en la nevera... Muac