Porque también se puede hacer con limón, claro está, pero... no es lo mismo. Ese puntito dulce que tiene la lima es especial, distinto.
He rescatado esta receta de un libro que tengo de Giuliana Bonomo, de recetas light, y aunque lo he tuneado porque el original era conejo y no pollo (bueno... ya... es que en mi casa el conejo y sus huesitos no tienen una gran acogida) lo cierto es que está rico, rico.
http://misvacasflacas.blogspot.com/2009 ... -lima.html
Aquí va la recetita:
INGREDIENTES
(2 RACIONES)
Pechugas de pollo, 2 uds o 350 grs -aprox-
Lima, 1 unidad, zumo y ralladura por separado
Vino blanco, 100 ml
Aceite, 1 cucharada o 15 ml
Sal, pimienta
Albahaca fresca, picada
MODUS OPERANDI
Limpiar y trocear las pechugas de pollo en tiras o dados.
Exprimir el zumo de lima, y rociar con él los trozos de pollo. Dejar macerar al menos 30 minutos.
***Un consejo, la manera más eficaz para macerar una carne o pescado es utilizar una bolsa de plástico de uso alimentario. Se mete todo en la bolsa, se saca bien el aire, y se cierra. De esta manera, el líquido de maceración queda bien repartido por todo y no es necesario darle vueltas.
Calentar la mitad del aceite en un wok o sartén, y a fuego vivo, saltear los dados de pollo hasta que estén dorados y bien sellados.
Añadir el resto del aceite, saltear unos segundos y añadir el vino blanco. Salpimentar. Dejar que reduzca el líquido a la mitad, y en ese momento bajar el fuego y ponerlo bien bajito.
Ir cocinando el pollo entre 15 y 30 minutos -esto depende del tamaño de los trozos, para los trozos de la foto han bastado 15- añadiendo de cuando en cuando unas gotas del jugo de la maceración y, si fuera necesario, unas gotas de agua tibia.
Servir el pollo, espolvorear la ralladura de lima y unas hojas de albahaca picadas.