
El día de su cumpleaños le llamaron a las 11 de la noche y llevaba en la cama desde las 8 de la tarde, así que me negué a despertarle, por supuesto.
El niño hace cacas, les dice que le limpien y le suben el calzoncillo directamente, menos mal que es un lorito y me lo cuenta todo.
Mi suegro le hizo un arenero de madera en la casa del pueblo, y lo relleno con arena de gato!!! Le dije: eso es arena de gato, no? y me dijo que no mil y una veces. Pues le dejé jugar al crío diez minutos, y se puso a llorar porque le dolían las manos. Las tenía fatal !!! Y al final, tuvo que reconocer que sí era arena de gato.
Por eso NUNCA le dejamos a solas con ellos, ya aprendímos la lección.
A ver, yo hay cosas que puedo entender, por la diferencia generacional, por educación, ignorancia o por vete tú a saber, en lo que se refiere a mi marido o a mí. Pero en lo que se refiere a mi hijo.... mucho ojito!!!
Me dan mucha lástima porque el niño es una bendición, cariñosísimo, mimosete, listo... en definitiva, un amor. Pero les damos muchas facilidades y pasan. Y qué quieres que te diga, uno no está del mísmo humor todos los días y te acabas cansando. Lo que pasa es que los veo tan solos y tan pobres de espíritu que me dan tanta lástima que no lo puedo evitar. Siempre acabo poniéndoles al niño al teléfono para que hablen con él.
Bueno, creo que me he desquitado demasiado por hoy jajajajaja


un besito
