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Proceso de elaboraciÓn del jabÓn

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El Taller de Encanteris

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Buenos días a todas/os
Os dejo parte de mis apuntes sobre los procesos de elaboración de jabón, espero que sirvan de ayuda para todos los iniciados
Conchi::grin:

PROCESO DE ELABORACIÓN
Para elaborar un jabón debemos conocer ciertos conceptos químicos como el índice de saponificación de las grasas, en qué consiste la reacción de saponificación y diferentes métodos de elaboración naturales (proceso en frío y proceso en caliente)

En química, se define el índice de saponificación de una grasa, como el número que indica la cantidad en miligramos de hidróxido potásico, necesaria para saponificar por completo un gramo de esa grasa en concreto.

Sin embargo, para elaborar el jabón tradicional, el álcali más utilizado normalmente es la sosa (hidróxido sódico), por lo que será necesario transformar el índice de saponificación de cada grasa, en otro tipo de índice alternativo que esté expresado en peso de sosa. Para ello, bastará con multiplicar el índice de saponificación de cada grasa concreta por la masa molar de la sosa (hidróxido sódico) y dividir por la masa molar del hidróxido potásico.

Para evitar todo este tipo de cálculos, en la elaboración de jabón utilizamos una tabla alternativa con una serie de parámetros ya convertidos que nos evita el realizar complicados cálculos químicos, sus parámetros están basados en los valores medios de los índices de saponificación de cada grasa











TABLA BÁSICA DE VALORES DE SAPONIFICACIÓN

• 0,134 Aceite de oliva
• 0,136 Aceite de maíz
• 0,190 Aceite de coco
• 0,133 Aceite de sésamo
• 0,141 Aceite de palma
• 0,069 Aceite de jojoba
• 0,134 Aceite de girasol
• 0,156 Aceite de palmiste
• 0,128 Aceite de ricino
• 0,132 Aceite de germen de trigo
• 0,136 Aceite de almendras
• 0,069 Cera de abeja
• 0,133 Aceite de aguacate
• 0,137 Manteca de cacao
• 0,135 Aceite de soja
• 0,128 Manteca de karité



. Para saber cuánta sosa se necesita para saponificar una cantidad de una grasa concreta, sólo hay que multiplicar dicha cantidad por el valor correspondiente que aparece en la tabla.

. Por ejemplo, para saponificar totalmente 100 gr de aceite de oliva (en la tabla su parámetro es de 0,134) basta multiplicar 100 x 0,134 = 13,4 gr de sosa que son los que necesitaremos.
En el caso de que vayamos a hacer un jabón con diferentes aceites, habría que buscar la cantidad necesaria de sosa para cada tipo de aceite concreto, y luego sumarlas todas.

. El cálculo de agua necesario para disolver la cantidad de sosa resultante es siempre un tercio del peso total de las grasas

La reacción de saponificación consiste en una hidrólisis en medio básico++ de las grasas, que, de este modo, se descomponen en sales de sodio (jabones) y glicerina.
Las grasas son insolubles en agua, pero se dispersan formando micelas cuando se encuentran en un medio básico. Los jabones son sales de sodio, que emulsionan la grasa rodeando una microgota: las cadenas hidrocarbonadas (hidrófobas) se orientan hacia la grasa, mientras que los grupos carboxilo (hidrófilos), se disponen hacia el agua. Así los jabones ayudan a dispersar las grasas de la piel o los tejidos, junto con los restos de la suciedad adheridos a ellas, siendo arrastrados por el agua.


ÁCIDOS GRASOS + SOLUCIÓN ALCALINA = JABÓN + GLICERINA




Se denomina proceso en frio así a la elaboración de jabón sin fuente calorífica externa. Para realizar un jabón mediante el proceso en frío lo primero que tenemos que preparar es la lejía. Esta se obtiene mediante la mezcla de agua y sosa. Pesamos cuidadosamente la cantidad de sosa que debe reaccionar con las grasas en un recipiente y el agua en otro. Añadimos la sosa poco a poco sobre el agua, removiendo lentamente con cuidado de no salpicar ya que esta reacción alcanza temperaturas muy altas, por esto es importante que la temperatura de partida del agua sea baja ya que si está caliente puede llegar a hervir. Una vez mezclados, la lejía tiene un aspecto blanquecino un poco turbio. La dejamos reposar hasta que se vuelva totalmente transparente.

En otro recipiente se pesan los aceites que componen la fórmula elegida, derritiendo los más duros o mantecas en una olla al fuego o en un recipiente de vidrio en el microondas. Una vez derretidos los mezclamos poco a poco y removiendo con los aceites blandos.

Una vez bien mezclados los aceites y considerando que tanto estos como la lejía deben de estar a una temperatura óptima para trabajar de 45ºC, mezclamos poco a poco ambos añadiendo la lejía sobre los aceites mientras removemos suavemente. Cuando lo hemos mezclado todo, batimos la mezcla con la batidora de mano a velocidad muy lenta hasta que alcancemos el punto de traza (punto donde se ve una huella si pasamos una espátula por la masa), añadimos el aceite reservado, mezclamos y añadimos los aceites esenciales y colorantes

Una vez que todo esté bien mezclado y la masa resulte completamente homogénea la vertemos en los moldes.

En las 24 a 48 siguientes el jabón solidificará. Una vez que estemos seguros de que no se deforma al tocarlo procedemos a su desmoldado y, si es el caso, su corte.
La etapa de curado es de 4 a 6 semanas antes de usarlo.



Se denomina proceso en caliente al proceso de fabricación del jabón que implica una fuente de calor externa.
Para empezar seguiremos al pie de la letra las indicaciones en el proceso en frío sólo que esta vez no le vamos a añadir las esencias ni lo vamos a verter en el molde. En lugar de eso, una vez mezclados los aceites con la lejía, lo vamos a meter en el horno a una temperatura aproximada de 80ºC, nunca superior o el jabón perdería sus propiedades. Antes de introducirlo en el horno hay que asegurándose de que el jabón esté bien trazado

De media a una hora aproximadamente veremos como el jabón gelifica. Esto es que se vuelve semilíquido y transparente. Cuando su aspecto sea completamente homogéneo y todo el jabón presente ese aspecto de gel, lo removemos bien y lo dejamos otra media hora en el horno.



Dependiendo de la cantidad de agua que le hayamos puesto, la masa será más o menos removible. Podemos usar algunos ingredientes para conseguir que la masa sea más fluida y por tanto más fácil de remover y de moldear. Entre estos ingredientes está el sodio lactato (hasta el 3% de las grasas) que aporta además dureza y suavidad al jabón. También se puede hacer una mezcla suave de sal y carbonato sódico o potásico a partes iguales en una cantidad máxima del 1% del peso total del jabón, diluido en 4 o 5 veces su peso en agua destilada. Así por ejemplo para un jabón de 2 kg se pondrían 10 gr de sal, 10 gr de carbonato sódico diluidos en 100 gr de agua destilada.

Volvemos a remover y dejamos media hora más y sacamos de la fuente de calor
Si habíamos decidido reservar un aceite más delicado para el Sobreengrasado este es el momento de añadirlo. Si le vamos a poner colores, los cuales al no verse afectados directamente por la acción de la sosa resultarán más homogéneos y duraderos, se los ponemos justo antes de añadir los aromas.


Este proceso en caliente tiene dos ventajas principales: Una es que no hay que esperar para poder usarlo puesto que con la fuente de calor externa la reacción de saponificación se completa en el acto y la otra es que una vez finalizado el proceso de saponificación, al agregar colorantes, aromas y aditivos no reaccionan con la sosa y conservan mejor sus propiedades.


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