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conservacion leche materna

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Conservación de la leche materna extraída

Recomendaciones generales:

Lavarse las manos antes de extraer y manipular la leche.
Usar recipientes bien lavados (agua caliente y jabón) y aclarados para almacenar la leche. O lavarlos en el lavaplatos.

Usar leche fresca (no congelada) siempre que sea posible.

Congelar lo antes posible la leche que seguro no se vaya a usar antes de tres días.

Si por cualquier razón no se puede o no interesa congelar la leche inmediatamente después de extraerla, guardarla lo antes posible en una nevera, hasta usarla o congelarla.

Guardar la leche materna en pequeñas cantidades (50 – 100 cc) para poder descongelar solo la que el niño vaya a tomar inmediatamente.

Etiquetar los recipientes de leche congelada con la fecha.

Descongelar siempre la leche más antigua.

Una vez descongelada la leche, removerla bien. Puede mezclarse para una misma toma leche extraída en distintas fechas.

Recomendaciones sobredescongelación:

Siempre que sea posible, calentar la leche directamente tras sacarla del congelador.

En caso contrario mantener la cadena de frío hasta poder calentarla.

Lo que SI puede hacerse:

Poner agua previamente calentada en un cazo e introducir dentro el envase de leche extraída hasta que alcance la temperatura deseada.

Calentar al microondas y después remover bien la leche para que su temperatura sea uniforme.

Lo que NO debe hacerse:

Calentar al baño maría (Introduciendo la leche fría o congelada en un recipiente con agua fría y calentándolo todo en el fuego).

Calentar la leche directamente en el fuego.


Tipos de recipientes

Los recipientes pueden ser indistintamente de plástico o de cristal (con una tapa que cierre con eficacia) y preferiblemente de uso alimentario.

Si además tienen una abertura amplia se facilita su limpieza.

En las unidades de neonatos de varios hospitales se usan asimismo recipientes para análisis, similares a los que venden en las farmacias pero sin esterilizar que, aunque no llevan el símbolo de uso alimentario, se consideran adecuados. Son baratos y fáciles de limpiar. En el supuesto de que se compren ya esterilizados en una farmacia conviene, antes de usarlos por primera vez, lavarlos bien y aclararlos ya que las sustancias que se usan normalmente para esterilizar estos recipientes pueden ser tóxicas.

También existen bolsas de plástico para congelar (Bolsa única o tipo cubitera) que son prácticas y poco costosas, aunque también se derraman con facilidad, al ser más inestables y poderse pinchar y gotear.

Es preferible guardar la leche en doble bolsa. También hay bolsas especiales que se acoplan al extractor.

Cambios de sabor en la leche almacenada

Algunas mujeres han comentado que su leche congelada huele a agria e incluso a rancia. Ese olor se atribuye a un cambio en la estructura de los lípidos como consecuencia de los ciclos de congelación y descongelación en el congelador-refrigerador con eliminación automática de escarcha.

Aunque puede ocurrir que ocasionalmente algún niño la rechace, por lo general no es así y tampoco resulta perjudicial para el bebé.

Congelar la leche rápidamente tras la extracción y calentarla inmediatamente después de sacarla del congelador parece que puede contribuir a que este problema se de en menor grado.

Hay madres en que la lipasa actúa muy rápidamente y en pocas horas leche huele a agria. En estos casos lo que la madre puede hacer es: introducir su leche en un cazo y poner al fuego. Si tiene termómetro (especial para cocina) va a esperar que la leche llegue a 60ºC, hay que sacarla del fuego, guardarla en el recipiente donde va a ser congelada, enfriarla rápidamente (un poco de agua fría con hielo sirve), y congelarla. Si no se dispone de termómetro hay que controlar el proceso de calentamiento, cuando la leche hace burbujitas muy pequeñas en los laterales del cazo, sacar del fuego y seguir con el procedimiento anterior.

Bibliografía:

Lawrence, R.A. La lactancia materna. Mosby/Doyma Libros, S.A. Madrid 1996 Royal

College of Midwives.Lactancia materna. Manual para profesionales.

ACPAM.Barcelona 1994 Aguayo, J. La lactancia materna. Universidad de Sevilla.Sevilla, 2001 ACPAM. Manual práctico de lactancia materna.


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