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Ginko, la Primera Doctora, Jun'ich Watababe.

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ginko-la-primera-doctora-9788432250835.jpgGinko, la Primera Doctora, Jun'ich Watanabe.

SINOPSIS

Gin Ogino parece destinada a una vida convencional, dominada por la sociedad machista del Japón del siglo XIX. Pero cuando su marido le contagia gonorrea, una enfermedad considerada incurable, se divorcia y es marginada por su propia familia. Incapaz de soportar la humillación de ser examinada por un hombre, los únicos autorizados a ejercer la medicina occidental, decide convertirse en la primera doctora de Japón. ¿Será capaz de superar los prejuicios de un país y una época incapaz de aceptar que una mujer se convierta en doctora?


«Si hubiera mujeres médico, yo e infinidad de mujeres como yo se ahorrarían esta horrible vergüenza… No cesaré hasta convertirme en la primera doctora de la historia de Japón.»


Esta es la historia real de una lucha sin tregua que rinde homenaje a todas las mujeres que desafiaron a su tiempo. Con más de un millón de ejemplares vendidos en el país nipón, llega a España la epopeya de la primera mujer que consiguió estudiar y ejercer la medicina occidental en Japón.

El relato de un sueño hecho realidad.





Por ahora me está gustando bastante, tanto la temática (me encanta Japón), tanto la recreación de la época, pero me molesta que la Autora haga referencias al presente de cuando en cuando, me corta el ritmo. Aunque esto no llega a impedir que se disfrute la lectura, ojo.

La japonesa es una cultura llenísima de contradicciones, y una de ellas es ese machismo tan impresionante en que se basa su sociedad. Racismo, xenofobia, machismo, cultura de castas y clases... son todos "pecados" en los que cae la identidad cultural japonesa. Y todo esto con el sentido del RESPETO tan enorme que guardan hacia todo, es una contradicción de las muchas en que basan su cultura.

Gin es considerada por su entorno una excéntrica porque le gusta demasiado leer. En su época, según se comenta en el libro, una hija estudiosa era una deshonra para la familia, y "el talento en una mujer era un desperdicio".

Así que cuando tiene que ir al médico a que le traten de la gonorrea que le ha contagiado su marido, sólo hay médicos doctores, y sólo hay hombres para atenderla, por lo cual, tiene que vivir permanentemente la humillación de tener que enseñar "lo que ninguna mujer quiere enseñar" cada vez que le toca.

Y es en ese momento en el que decide que quiere ser médico, cosa que es imposible porque ninguna escuela superior admite a mujeres.

En fin.

De vez en cuando conviene echar la vista atrás para ver de dónde venimos, de dónde estábamos, lo que otras mujeres han tenido que hacer para que nosotras ahora podamos alegremente vivir la vida que llevamos.

Las que podemos, claro.

Besos.

:beso:
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Bueno, pues nada, tremenda decepción. De las 286 páginas del libro, las últimas 100 las he leido de cinco en cinco, es decir, pasaba cinco páginas del libro, y leía en diagonal la siguiente. Y aun así se me ha hecho eterno...

La "culpa" no es del argumento ni del personaje, sino de la Autora, que no ha sabido montar una historia con los datos que tenía.

La primera parte, la fase de la juventud y los estudios de Gin, aun tiene bastante interés y se lee con ganas (quitando un par de detalles de estilo más que nada "ornamentales"), pero ahí viene el error de la Autora, que se pierde y pierde el rumbo de la historia una vez conseguido el objetivo de Ginko.

Al principio, cuando vives su juventud, enfermedad, tratamiento y principio de los estudios, estás con ella y la empujas y quieres que consiga su sueño, pero el problema es que lo consigue a la mitad del libro, y a partir de ahí ya no hay argumento, sino que simplemente se narra el paso del tiempo y las cosas en que se mete, pero sin que haya dirección ni intención, y ese "no ir a ninguna parte en concreto", hace que el libro y el personaje se difuminen a tal punto que empiezas incluso a sentir rechazo por ella.

Por ejemplo, se te hace insoportable la insensibilidad de Ginko hacia sus pacientes (le echa a gritos a una madre la culpa de haber contagiado conjuntivitis gonorreica a su hijo de siete años, que se está quedando ciego por ello), su ñoñez sin limites a la hora de juzgar la forma de vestir de sus enfermeras en su tiempo libre, tachándolas casi de "mujeres fáciles" por tener el "mal gusto" de ponerse el peinado de moda, y eso que va de feminista por la vida, y de luchadora por los derechos de la mujer.

A parte de ello un detalle interesante es que se convierte al cristianismo porque piensa que esta religión apoya la igualdad de las mujeres al reconocer que todos los hombres y las mujeres son hijos de Dios.

Pobre ilusa, pero en fin, nos dejamos de debates filosofales, cierto...

Una vez dentro del activismo cristiano, se inscribe en la asociación cristiana de mujeres, grupo cuyos objetivos son: la paz (tal cual, sin más ni más), la prohibición del alcohol (pero sólo a alcohólicos, niños... y mujeres...), y la erradicación de la prostitución.

En fin.

La Autora ha hecho una chapuza con un personaje tremendamente interesante, un desperdicio total de argumentos y situaciones.

Que encima consiga que Ginko te caiga mal... ya tiene hasta delito.

Así que NO recomiendo el libro, al menos no su 2° mitad.

Una pena, y una decepción.

Besos.

:beso:


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