
No me lo puedo creer, me parece una aberraci?n. Lo del celo es terrible, y llamar gordo a un pobre cr?o... Es denunciable, desde luego, aunque yo haréa c**o te aconsejan y seguir?a todos los pasos antes de la denuncia.
Mira, yo trabajo con niños de dos años. Si a la señora le parecen difíciles de tratar con tres, imagina un año antes. Y los míos entran, la mayoría sin saber hablar más de 10 palabras, y salen sabiendo los colores, estaciones, opuestos, etc. Tengo a niños que son autúnticos trastos y que no paran quietos un segundo, pero hay formas de captar la atenci?n sin re?irles. Por ejmeplo, si uno se pone a hablar o cantar en medio de un cuento, pues le digo, "?ves, Dani, cómo llevaba la cesta Caperucita? Mira, mira, que te lo vas a perder...". Y así mil cosas al día.
En cuanto a lo de pedir perdón, me parece antieducativo lo que hace la maestra de Luis. A esta edad la consecuencia de sus actos ha de ser inmediata. O sea, si uno ha pegado a otro a las 9,30 de la mañana, ha de pedir perdón en ese momento, a las 14 h, ni se acuerda del incidente y para él está siendo tratado de modo injusto, pues en ese momento no ha hecho nada.
Ah, otra cosa, tengo este año dos niños que muerden a los demás. Es muy difícil evitarlo, y c**o me parece algo muy grave, no es c**o pegar, además de pedir perdón, se quedan un rato sentados sin jugar, pensando en lo que han hecho. Ojo, 5 minutos a lo sumo, eso para ellos es más que suficiente, se les suele hacer eterno, y siempre en su sitio dentro del aula. Cuando han mordido, hablo con su madre a la salida y se lo dicho, no para preocuparlas por el comportamiento del niño, ni para que lo castiguen, pues ya no es efectivo ese castigo, sino para que hablen con ellos y les expliquen en casa lo mismo que yo en el aula.
Pero vamos, lo que hace esa mujer es que es inadmisible. Se puede ser estricta, pero otra cosas es tratar mal a los niños. Yo he tenido mucha suerte, lo reconozco. La maestra de mi hijo, que tambiéntiene 3 años, se va a jubilar al año que viene, pero es muuuuy cariñosa y paciente, además de tranquila y buena. Es que estoy encantad?sima con ella. Mi niño sale siempre del cole con una sonrisa de oreja a oreja. De hecho, en el cole de mi hijo, si se hacen pis, llaman a las madres, y ella lo ha cambiado de ropa en una ocasión, a escondidas de sus compa?eras. Es un sol.