Yo pasó por lo mismo con mi gato Sandy, en noviembre y aún me acuerdo y lloro. Es terrible y aún a veces me pregunto si fue la decisi?n correcta... No lo s?, pero en aquel momento tuve que decidir, c**o si fuera un dios y es que, en el fondo eso somos, sus dioses. Unos dioses de pacotilla, que ni lo podemos todo, ni lo sabemos todo, ni podemos hacer milagros. Ellos son mucho más sabios, más dulces, mas amorosos, más buenos que nosotros.
Nosotros sólo podemos quererlos y tratar de evitarles el sufrimiento en la medida de lo posible.
Uno nunca sabe del todo si la decisi?n que se toma es la que conviene, pero en nuestra absoluta impotencia tomamos la que creemos mejor.
Yo estoy segura que Sandy no se merec?a sufrir más, tras 14 años de darnos cariño y mimos, así que firm? aquel maldito papel, para liberarlo y lo acarici? mientras se iba y después de irse tb, para que sintiera que no estaba solo, que ahí estébamos nosotros, su familia, los que tanto le queríamos. Le dí un beso en su cabecita para despedirme de él.
Duele tanto... si vieras c**o te comprendo...

A quien no tenga animales le puede parecer que soy una sensiblera cursi, quien tenga la suerte de compartir la vida con ellos, sí que me entender? perfectamente.
Un beso Cibercelia y otro para Laia
