Hoy voy al endocrino

[hiphopsus 0]

Nuria, no sé si será poco o no. A mediodía me faltaba el postre (no puedo comerlo), y la verdad es que me quedé como con hambre, aunque
al ratito ya se me pasó.

Dunia, voy a intentar darle una oportunidad al endocrino este, y si finalmente no va bien te lo digo para que me digas lo de las reuniones.

Es que siempre confundimos al endocrino con un nutricionista. El endocrino trata problemas hormonales. El nutricionista te impone una dieta, normalmente personalizada a tus gustos y circunstancias, y te enseña a comer bien.

Yo buscaría un nutricionista. Yo lo hice (tras pasar por el consabido endocrino de la SS, del que sólo me traje lágrimas y una fotocopia de una dieta de 1200 Kcal), y me fue genial.

Pero nena, es que nisiquiera me va a tratar mi problema hormonal. Ya digo que ni un mísero análisis de sangre.
Pero sí, quizás tengas razón, quizás tengo que ir a un nutricionista.

Aysss qué disgusto madremía!!

[hiphopsus 0]

Por cierto, ahora que me acuerdo, que este endocrino también es nutricionista

[mop 1]

Pues si tú ves que no te toma en serio o que simplemente te ha dado una dieta genérica que le puede dar a cualquiera o que tú misma podías haber cogido de internet, pues acudes a otro que sí te haga analíticas para descartar problemas hormonales y demás. Lo importante es tener confianza en el profesional que te atiende, si no te da esa confianza, deberías cambiar.

[Ardid 1.581]

Bueno, tendrá formación como nutricionista, pero está claro que no ejerce como tal.

Mi nutricionista, en la primera visita, me tuvo contándole mi vida y obra, mis comidas, mis costumbres y todos los entresijos, durante dos laaaaargas horas. Luego, las visitas de control, donde ya no le tenía que contar mi vida, sino el último mes, duraban una hora.

Durante esa hora, yo le contaba cómo me había ido, cómo llevaba lo de las comidas, lo de cocinar (que no tenía ni idea), lo de probar las verduras, que no me gustaban nada, me sugería recetas, para que consiguiera ampliar mi limitada alimentación. Me pesaba, claro, y como siempre bajé bien, nunca tuve brocas. Cuando había perdido 10 de los 20 kilos que debía adelgazar, me ofreció el alta, porque veía que yo sola me podía apañar.

[hiphopsus 0]

Pues si tú ves que no te toma en serio o que simplemente te ha dado una dieta genérica que le puede dar a cualquiera o que tú misma podías haber cogido de internet' date=' pues acudes a otro que sí te haga analíticas para descartar problemas hormonales y demás. Lo importante es tener confianza en el profesional que te atiende, si no te da esa confianza, deberías cambiar.[/quote']

Ya tengo otra cita con otro endocrino :-) lo que pasa que me la dió para octubre, y por eso pillé a éste
que me daba la cita antes. Pero no anulé la del otro. Así que iré, a ver cómo me trata. Porque tienes razón,
no me tomó en serio. Para lo que ha hecho no habría hecho falta ir a verlo, yo ya sé lo que debo comer.

[mop 1]

Mientras tanto sigue cuidándote, comiendo sano y equilibrado, y como ya conoces las pautas de BB, aplícalas siempre que te sea posible, que sabes que ahí lo estás haciendo bien y sano. ¡Ánimo mujer!

[mop 1]

Bueno, tendrá formación como nutricionista, pero está claro que no ejerce como tal.

Mi nutricionista, en la primera visita, me tuvo contándole mi vida y obra, mis comidas, mis costumbres y todos los entresijos, durante dos laaaaargas horas. Luego, las visitas de control, donde ya no le tenía que contar mi vida, sino el último mes, duraban una hora.

Durante esa hora, yo le contaba cómo me había ido, cómo llevaba lo de las comidas, lo de cocinar (que no tenía ni idea), lo de probar las verduras, que no me gustaban nada, me sugería recetas, para que consiguiera ampliar mi limitada alimentación. Me pesaba, claro, y como siempre bajé bien, nunca tuve brocas. Cuando había perdido 10 de los 20 kilos que debía adelgazar, me ofreció el alta, porque veía que yo sola me podía apañar.

Vaya Ardid, pues menudo cambio has dado:

-De no saber cocinar a deleitarnos con cada recetita que quita el sentido.
-De no gustarte la verdura a tomar verdura varias veces al día y en todas sus formas.
-De tener 20 kilos de más a estar en tu peso y mantenerlo a pesar de estar embarazada.
-No se si antes hacías deporte, pero ahora también eres un buen ejemplo como deportista.
-En fin, un ejemplo de que queriendo se consigue.

[Ardid 1.581]

Uffff, no sabes tú bien cómo he cambiado en cuestiones de vida saludable. Me movía menos que un cuadro. Desde que era niña. No paré hasta que conseguí un informe médico que me eximiera de hacer gimnasia en el instituto (en el cole tuve que hacer, y odiaba esa asignatura...). Sólo me gustaba jugar a cosas que implicaran estar sentada. Mis principales aficiones son aquellas en las que hay que moverse poco...

Comer. Comía muy muy poco, pero de cuatro cosas, todas inconvenientes. Si un día sólo podía comer algo que no me gustaba, podía perfectamente "ayunar", porque era prácticamente inapetente.

Cocinar. No tenía la más mínima idea. Comía fuera de casa, de menú (patatas fritas con algo), y en vez de cenar, prefería merendar, un bocata, claro. Y siempre había guarrerías por casa.

Verduras. Ni mirarlas. Nada. Cero atractivo.

Legumbres. Sólo conocía el nombre de alguna de ellas, y sólo las comía en casa de mi madre. Ni sabía cocinarlas ni me gustaba comerlas fuera de su casa. La comida de caliente de bares y restaurantes me daba asco, y en mi casa no se comía, porque ni el costillo ni yo sabíamos cómo cociarlas.


Y no sigo que os aburro, pero el cambio ha sido brutal.

[rosadepitimini 44]

Uffff, no sabes tú bien cómo he cambiado en cuestiones de vida saludable. Me movía menos que un cuadro. Desde que era niña. No paré hasta que conseguí un informe médico que me eximiera de hacer gimnasia en el instituto (en el cole tuve que hacer, y odiaba esa asignatura...). Sólo me gustaba jugar a cosas que implicaran estar sentada. Mis principales aficiones son aquellas en las que hay que moverse poco...

Comer. Comía muy muy poco, pero de cuatro cosas, todas inconvenientes. Si un día sólo podía comer algo que no me gustaba, podía perfectamente "ayunar", porque era prácticamente inapetente.

Cocinar. No tenía la más mínima idea. Comía fuera de casa, de menú (patatas fritas con algo), y en vez de cenar, prefería merendar, un bocata, claro. Y siempre había guarrerías por casa.

Verduras. Ni mirarlas. Nada. Cero atractivo.

Legumbres. Sólo conocía el nombre de alguna de ellas, y sólo las comía en casa de mi madre. Ni sabía cocinarlas ni me gustaba comerlas fuera de su casa. La comida de caliente de bares y restaurantes me daba asco, y en mi casa no se comía, porque ni el costillo ni yo sabíamos cómo cociarlas.


Y no sigo que os aburro, pero el cambio ha sido brutal.

Jajajaja, cómo me has recordado a mí en el instituto. Yo estuve exenta de hacer educación física los 4 años que duró porque tampoco me daba la gana...a mi poca afición al deporte había que sumar mi aversión al chándal y a las zapatillas de deporte en público. Ahora que lo pienso, si me he puesto zapatos de tacón 3 ó 4 veces en mi vida, menos aún me he puesto chándal ...Estoy peor que la Lomana...pero es que le tengo un odio a esa prenda que no puedo...y eso que ahora hay chándals "monos", pero en mi época eran todos horrorosos.
En fin, luego tuve una época de no comer más que huevos y café solo y de hacer aeróbic como una loca y caerme redonda al suelo. Me acuerdo de que mi profe de aerobic me mandaba a mi casa toda enfadada a comer macarrones, angelito...
En fin, que ahora que me estoy mudando a otro sitio (y por el tema del embarazo) pienso ir todos los días a trabajar caminando. Son sólo 3 kilómetros, pero para mí es un mundo, que soy muy sedentaria. Me vendrá muy bien.
Y sobre la comida...pues yo de pequeña sólo quería "pescaíto frito", empanadillas de atún y arroz con pollo de mi abuela. Comía fatal, pero contrariamente a Ardid, comía mucho. Siempre he tenido mucho apetito. Mis amigas y yo nos pasábamos la tarde en la calle a base de chuches, Phoskitos, Panteras Rosas y demás...
En fin, que con 18 años que me independicé mi primera compra fue pa mearse. Nos fuimos mi churri y yo súper felices a la compra y me acuerdo que constó de chocolatinas, galletitas y latas de todo tipo.
Pero ese mismo año fue cuando empecé a aprender a cocinar y a probar cada vez más cosas y ahora ya me veis, vegetariana perdida y como oiga a alguien decir "es que esto no me gusta", le echo una bronca...no sé si os lo conté pero una amiga se atrevió a hacer dicho comentario delante de mí y le monté un floreo a la pobre...ojo, que no me arrepiento, que me parece una vergüenza que a una mujer de treinta y pico de años no le guste nada de nada, sólo las cosas que le prepara su mamá, que se limitan a filetes de lomo, patatas, pasta y poco más...¡ni siquiera había probado nunca la mayonesa ni los aguacates!