MundoRecetas

Recetas de cocina para el día a día

  • Buscar
  • Recetas
    • Aperitivos y tapas
    • Arroces
    • Carnes
    • Ensaladas
    • Entradas frías y calientes
    • Light y bajas en calorías
    • Panes y bollos
    • Pasta
    • Pescados y marisco
    • Postres y dulces
    • Sopas y cremas
    • Vegetarianas y veganas
    • Verduras y legumbres
  • Foros:
  • Cocina y Thermomix
  • Dietas
  • Embarazo
  • Manualidades
  • Varios
    • Foro 2008
    • Foro 2004

Vacaciones, tiempo para cocinar con tus hijos.


Cocina en vacaciones con Tulipán

Llegan las vacaciones,  hay mucho tiempo para estar con los niños y una manera estupenda de pasar el tiempo con ellos es en la cocina, además de preparar, como en este caso, unas recetas muy sencillas que nos servirán como desayuno o merienda, también podemos repasar con ellos, cosas que han aprendido durante el curso que nunca viene mal…

Dependiendo de la edad, podemos pedirles que nos lean los ingredientes si han comenzado a leer o bien, que nos lean la receta completa si su nivel es mayor, o pedirles que nos copien parte de la receta o la receta entera si están comenzando a escribir…

Preparación magdalenas

Incluso con los más pequeños podemos ayudarles a contar por ejemplo, los huevos… sin darse cuenta estarán repasando lo que han aprendido 😉

 

Bizcocho Tulipán

Bizcocho Tulipán

Ingredientes:

– 150 gr. de margarina Tulipán
– 150 gr. de azúcar
– 3 huevos
– 60 gr. de harina de trigo
– 60 gr. de harina fina de maíz Maizena
– 1 cucharadita de levadura Potax

Elaboración:

Preparación del bizocho

1. Precalentamos el horno a 180ºC.

2. Mezclamos 100g de azúcar y la margarina Tulipán hasta que nos quede una crema blanquecina. Añadimos 3 yemas de huevo a la mezcla y batimos de nuevo.

3. Sobre esta mezcla tamizamos las harinas y añadimos la levadura. Da al niño un colador y que tamice las harinas.

4. Batimos las claras a punto de nieve con los 50 g de azúcar restantes (este paso, mejor si nuestro peque es mayor, si es pequeño le costará mucho…) y añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes, removiendo de arriba abajo para no perder la consistencia.

5. Untamos un molde con margarina, deja que el niño unte la margarina lo pasará muy bien, lo enharinamos y vertemos la masa.

6. Horneamos durante 45 minutos a 180ºC .

7. Dejamos enfriar encima de una rejilla y una vez que esté completamente frío, lo desmoldaremos.

Para conservarlo, lo envolveremos con papel film.

 

Magdalenas de chocolate

Magdalenas de chocolate

Ingredientes:

– 150g de margarina Tulipán
– 150g de azúcar
– 4 huevos
– 150 g. de chocolate negro picado.
– 50 g. de pepitas de chocolate
-75g de harina de trigo
– 75g de harina fina de maíz Maizena
– ½ sobre de levadura Potax

Elaboración:

prep_choco

1. Precalentamos el horno a 180ºC.

2. Ponemos los 150 g de chocolate picado en un cazo y lo derretimos al baño María. Reservamos.

3. En un bol ponemos la margarina y el azúcar y batiremos con una cuchara 5-8 minutos hasta que el azúcar se haya disuelto. Este paso es perfecto para que los niños te ayuden.

4. Batimos los huevos y los añadimos a la mezcla anterior, deja al niño que bata los huevos, verás lo bien que lo hacen.

5. Removemos el chocolate que teníamos reservado y lo mezclamos con la masa.

6. Tamizamos la harina, una pizca de sal y la levadura y lo mezclamos con la masa. Lo dicho, no hay cosa más divertida que tamizar la harina con un colador…

7. Deja al niños que añada las pepitas de chocolate y que remueva con una cuchara para que queden repartidas.

8. En un molde de magdalenas, colocamos las cápsulas y vertemos en cada una una cucharada de masa, ayudándonos de la cuchara de helados.

9. Introducimos en el horno precalentado durante 17/20 minutos (dependiendo de nuestro horno)

10. Transcurrido el tiempo, sacamos del horno y lo dejaremos reposar durante dos minutos sobre una rejilla.

11. Pasados los dos minutos, sacaremos las magdalenas del molde y dejaremos enfriar completamente también sobre la rejilla.

 

Magdalenas Tulipán

magdalenas

Ingredientes:

– 125 g de margarina Tulipán
– 125g de harina de trigo
– 125g de harina fina de maíz Maizena
– 1 sobre de levadura Potax
– 125 g de azúcar
– 2/3 taza de leche
– 2 huevos
– El jugo de 1/2 limón
– 1 pizca de sal

Elaboración: 

Esta receta la ha hecho prácticamente solo el cocinero de la casa 🙂 tan sólo tenemos que tener cuidado al indicarle los pasos y dejar la parte del horno para los adultos.

Preparación magdalenas

1. Tamizamos las harinas y añadimos la levadura y la sal.

2. En un bol, mezclamos bien los huevos y añadimos la harina, la leche, la margarina Tulipán, el azúcar y el jugo de limón, debemos remover hasta que la masa sea homogénea.

Preparación magdalenas

3. Rellenamos los moldes para magdalenas a 2/3 de su altura y con una cucharita pondremos un poco de azúcar en cada magdalena.

4. Mientras precalentamos el horno a 200º, dejaremos los modes en la nevera reposando.

5. Horneamos unos 15 minutos.

Preparación magdalenas

6. Pasado el tiempo, sacamos del horno y lo dejaremos reposar durante dos minutos sobre una rejilla.

7. Pasados los dos minutos, sacaremos las magdalenas del molde y dejaremos enfriar completamente también sobre la rejilla.

 

¡Disfruta cocinando con tus hijos!

 

Recetas con Tulipán

Filed Under: articulos

Sustitución de ingredientes en la cocina

¿Cuántas veces, mientras preparabas una receta, te has dado cuenta de que te faltaba un ingrediente que creías imprescindible? También hay gente que, por sus preferencias, ya sea por ser vegetariano, vegano o intolerante a algún alimento, prefiere no utilizar ciertos ingredientes. Debes saber que muchas veces estos ingredientes pueden ser sustituidos por otros similares o que cumplan la misma función. Veamos a continuación unas pautas para no desesperarnos si eso ocurre.

Sustitución del huevo

1

(Foto Antífama: http://www.flickr.com/photos/loqueveelojo/4184129433/)

El huevo es un ingrediente utilizado en muchísimas recetas, ya sea entero, solo la clara o la yema. Si quieres preparar un bizcocho y no quieres utilizar huevos, tienes la posibilidad de utilizar, por ejemplo, plátano. Por lo general, se necesita un plátano para sustituir un huevo. Si eres vegano pero te vuelve loco/a la mayonesa, puedes prepararla utilizando tofu, un producto con una textura ideal para hacer emulsiones.

Si quieres preparar alguna receta en la que se necesiten claras de huevo, por ejemplo una mousse o un tiramisú, puedes optar por utilizar agar-agar, una gelatina obtenida de diversos tipos de algas, y mezclarlo con agua a la misma proporción. Déjalo reposar un par de horas y conseguirás una textura muy similar. Otros ingredientes como la harina de garbanzos, la avena o una mezcla de harina y agua suelen dar muy buenos resultados para preparar tortillas, hamburguesas o rebozados, respectivamente.

Sustitución de bebidas alcohólicas

Mucha gente, ya sea por no tener en casa, por convicciones religiosas u otras razones, no quiere utilizar bebidas alcohólicas en sus recetas. Lo cierto es que son muchas las que incluyen algún licor u otras bebidas alcohólicas como ingrediente. El vino tinto se puede sustituir por una mezcla de caldo de carne, zumo de uva y vinagre, mientras que el vino blanco o la cerveza se puede cambiar por caldo de pollo o verduras y un chorrito de vinagre.

Mucha gente opta por utilizar zumos de naranja o limón junto a algunas especias para sustituir licores como el coñac o el vermut, y si la receta pide que sea un licor dulce o fuerte, junto al zumo puede introducirse azúcar o miel y un chorro de vinagre.

Otros ingredientes que se pueden sustituir

La sustitución de ingredientes es posible en muchos casos. De hecho, podríamos decir que no existen límites en cuanto esta cuestión, ya que siempre encontraremos un ingrediente con unas características similares o una mezcla que se acerque bastante a lo que necesitamos. Por ejemplo, si queremos sustituir el azúcar, podemos utilizar puré o compota de manzana, extracto de vainilla o stevia, un edulcorante natural.

1

(Fuente Marcelo Paz: http://www.flickr.com/photos/mpazmvd/6737841049/)

El aguacate puede ser un excelente sustituto para la mantequilla, igual que el plátano, debido a su alto contenido graso. Para sustituir la harina de trigo, hay gente que utiliza alubias trituradas, que aportan una consistencia muy similar. Por su lado, la levadura puede sustituirse por bicarbonato sódico mezclado con leche o yogur, y cortados con limón o vinagre.

Estas son sólo algunas de las posibilidades a la hora de sustituir ingredientes que no queremos utilizar o de los que no disponemos. La lista sería casi interminable, pues, por ejemplo, se pueden reemplazar cierto tipo de especias por combinaciones de otras, con resultados similares. También podemos utilizar ingredientes secos cuando los piden frescos. Es el caso de las hierbas aromáticas, las frutas o algunos ingredientes procesados que podemos preparar nosotros mismos. Solo es cuestión de conocer bien la materia prima con la que trabajamos en la cocina y ser creativo a la hora de encontrar alternativas.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

Filed Under: articulos, Recetas

Hierbas y especias: combinaciones que nunca fallan

Desde tiempos inmemoriales, las especias y hierbas provenientes de Oriente eran consideradas como productos de lujo. No es para menos, pues si las utilizamos con moderación y seguimos una lógica para combinarlas, las especias y las hierbas nos permiten modificar o resaltar los colores, los aromas y los sabores de nuestros platos. Si bien, en última instancia, el gusto personal es el que manda, existen unas pautas inherentes a cada tradición culinaria que aseguran el éxito de nuestras recetas.

MR010-7882891_5d797fef0f_b

Fuente: http://www.flickr.com/photos/melomelo/7882891/

Pautas de utilización de hierbas y especias

Antes de comenzar, es importante tener clara la diferencia entre unas y otras. Llamamos hierbas aromáticas a todas las hojas de las plantas, ya sean secas o frescas, utilizadas para condimentar, mientras que las especias corresponden a los frutos, vainas, semillas, raíces o tallos de la planta en cuestión. Además de esta primera diferenciación, es importante tener claras las propiedades organolépticas de cada una.

Algunas como la cayena, el jengibre, la mostaza o la pimienta son picantes; otras como la canela, la vainilla o el anís estrellado tienen un perfil dulce, por lo que suelen ser más indicadas para preparar postres. El azafrán y la cúrcuma, desprenden su color en la cocción, por lo que se utilizan para colorear arroces o carnes. Por lo general, y siempre que sea posible, es mejor conseguir las especias enteras y molerlas en casa con la ayuda de un mortero, ya que de esta manera conserva mejor todas sus propiedades.

MR010-9682476824_b38d4704a4_b

Fuente: http://www.flickr.com/photos/luchilu/9682476824/

Si no tienes mucha experiencia con la utilización de estos ingredientes, te recomendamos que comiences a practicar. Esa es la mejor manera de aprender las virtudes de cada una y de saber cómo combinarlas. Como norma, hay que tratar de utilizar pequeñas cantidades, ya que suelen aportar gran intensidad de sabor y aroma, y un uso excesivo podría arruinar la receta. También es muy importante saber conservar las especias. Para ello, utiliza recipientes herméticos (preferiblemente de cristal), y almacénalas en un lugar fresco, seco y oscuro.

Mezclas de especias y hierbas utilizadas en la cocina

Como decíamos, cada cultura gastronómica tiene sus combinaciones preferidas. En España, por ejemplo, se utilizan muchas hierbas como el tomillo, el romero, el estragón o el perejil, y especias como el pimentón o la pimienta para preparar carnes o pescados. Después para cada receta particular, encontramos un sinfín de usos diversos: azafrán para los arroces, laurel para todo tipo de guisos, nuez moscada para la salsa bechamel, albahaca para preparar un pesto, u orégano para aliñar ensaladas, pastas o pizzas. Sería difícil establecer aquí una clasificación exhaustiva de todos los usos posibles, ya que en cada región se utilizan de forma diferente.

En países como Francia, tienen algunas combinaciones de especias que son utilizadas sistemáticamente y que han influenciado mucho en la cocina española. Las finas hierbas, con una mezcla de estragón, cebollín y perifollo o perejil; el bouquet garni, un atado de laurel, perejil y tomillo que es utilizado en salsas o caldos; o las hierbas de Provenza, con ajedrea, salvia, romero, laurel y tomillo.

4067101303_ab0588b53c_o
Fuente: http://www.flickr.com/photos/francescav/4067101303/

En la actualidad, muchas especias, hasta hace poco exóticas, se han introducido en la cocina española, y algunas como el cardamomo, clavo, comino, canela, nuez moscada o jengibre, comienzan a ser muy utilizadas en la preparación de currys, cous-cous y otras recetas similares.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

 

Filed Under: articulos, Recetas

Combinación de dulce y salado en la cocina

Tendemos a pensar que la combinación de dulce y salado en la cocina es una tendencia innovadora, fruto del mestizaje gastronómico en un mundo globalizado. Nada más lejos que eso, pues a pesar de que hoy en día se experimenta con nuevas combinaciones, hablamos de una técnica muy utilizada desde la antigüedad por los pueblos árabes, por los romanos y por otras culturas orientales.

Quizás el error más grande que comentemos es el de asociar salado y dulce como antónimos, cuando en realidad lo contrario de dulce es amargo, y de salado, soso. Esto es importante, dulce y salado, no son más que dos de los cinco sabores primarios que, junto al ácido, al agrio y al umami, conforman la paleta de colores gustativa. Una vez comprendido esto, podemos concebir el dulce y el salado como dos cualidades de los alimentos, que bien combinadas entre sí pueden dar lugar a una receta exquisita. Veamos a continuación cómo combinarlos.

Pautas para una buena combinación

Aceptemos que la experimentación es la base para la innovación exitosa en la cocina. Pero tengamos en cuenta que las diversas tradiciones gastronómicas cuentan con un bagaje muy rico que debemos tener en cuenta. Por ejemplo en España, la combinación de dulce y salado no viene de nuevo, pues la encontramos en múltiples recetas tradicionales, como las de carnes y aves de caza acompañadas de ciruelas, uvas, piña u otras frutas.

MR009-2286832350_5b56119768_b
Fuente: http://www.flickr.com/photos/smb_flickr/2286832350/

En la actualidad también se preparan todo tipo de carnes y aves de granja con salsas de frambuesa, melocotón, miel o incluso chocolate, todas ellas exquisitas. ¿Qué te sugiere una receta de solomillo con una reducción de vino oporto? Otro gran ejemplo de combinación de dulce con salado, es el pionono, un plato muy apreciado en Italia y Argentina, en el que se combina una masa dulce con ingredientes como el queso roquefort y el apio, o nuestro preciado jamón ibérico o serrano con melón

El dulce también comienza a ser introducido en ensaladas con resultados excelentes. Fresas, mango, manzana o mandarina pueden ser grandes aliados en combinación con lechuga, espinacas, rúcula, tomates, etc. Tampoco podemos olvidar aliños como la vinagreta de mostaza y miel o la vinagreta de frambuesas, dos apuestas seguras para hacer de la ensalada el plato preferido de la comida.

MR009-4579145507_75b854fa42_b

Fuente: http://www.flickr.com/photos/lablasco/4579145507/

El dulce y el salado en los postres

Los postres también nos dejan espacio para combinaciones poco frecuentes. ¿Quién no ha probado alguna vez una tarta de queso con una cubierta de mermelada de fresas o higos? En nuestra cocina, tenemos algunos productos regionales como la coca de llardons. Otro ejemplo que nunca falla es la combinación de quesos con todo tipo de mermeladas, miel o membrillo.

MR009-6095154818_e3021ae19c_b

También se suele utilizar sal para realzar el sabor de galletas, como es el caso de los scones o los muffins, o frutos secos para recetas como el panettone, también llamado pan dulce, o la tarta de músico. El chocolate, también se puede combinar con todo tipo de productos salados, pensemos en lo rico que queda el chocolate a la sal, o el chocolate picante, muy utilizado en recetas como el mole mexicano.

Lo importante es perder el miedo a la experimentación. Como ves las posibilidades son infinitas. Es cuestión de pensar el tipo de combinación que puede funcionar y dejar rienda suelta a la creatividad. Tus comensales lo agradecerán.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

Filed Under: articulos, Recetas

Ya tengo la receta ¿ahora qué hago?

Al fin has conseguido la receta de ese plato que tanto te gustó cuando lo probaste en casa de tus amigos. ¿Y ahora qué?

Tanto si comienzas a manejarte entre fuegos como si ya llevas mucho tiempo haciéndolo, te recomiendo que te tomes un minutos (o dos) y leas la receta completa. Parece una tontería pero lo cierto es que muchos errores se cometen por no leer la receta.

Ya la has leído, ahora vuelve a hacerlo para tratar de entender que hace cada uno de los ingredientes allí y confirma que los tienes todos a la hora de cocinar.

Una receta, en la mayoría de los casos, no es un procedimiento estricto. Pero necesita que lo entiendas, porque hay pasos que son imprescindibles o muy importantes.

Si hablamos de un pollo asado, probablemente a ti te guste más o menos asado que el punto que consigues con esos minutos de horno que especifica la receta. Lo mismo puede pasarte con los ingredientes. Lo que mejores resultado nos ha dado es hacer la receta al pie de la letra según el procedimiento, para luego modificarla a nuestros gustos y necesidades.

Chicken Vesuvio

Es importante que tu trabajo en la cocina sea metódico, una vez que hayas hecho la primera “versión” de la receta debes trabajar con lápiz y papel en mano para que los cambios y las ideas no se pierdan. Es imprescindible que controles las temperaturas de manera correcta, ya deberías saber muy bien que 20 minutos de horno con se corresponden más que a una medida de temperatura en un horno concreto (que no es el tuyo) con una cantidad de ingredientes concreta (que probablemente tampoco sean la tuya).

Desconfía de la receta que te dé alguien que vive de ella, estará incompleta en el 99% de los casos y esto es normal teniendo en cuenta que esa persona necesita que vuelvas a dejar tu dinero allí. Necesitarás muchas pruebas hasta conseguir el resultado esperado, debes saberlo y aceptarlo para evitar frustrarte.

MR007b

Pero volvamos al sistema de trabajo, en la mayoría de los casos se toman como sabidas algunas consideraciones p.ej.:

–        El tipo de harina (repostería, fuerza, etc)

–        El tamaño de los huevos (grandes, medianos o pequeños)

–        El tipo de leche (entera, semi, descremada)

A lo que debemos agregar el inconveniente de la traducción (si la receta fue escrita en otro idioma). Lo ideal sería especificar las características de cada ingrediente de manera inequívoca (gramos de proteína en la harina, gramos de huevo, o porcentaje de grasa en la leche) pero pocas veces se ve eso en un recetario, y mucho menos en la web. Aquí tendrás que apelar a tu experiencia y sentido común.

Esa experiencia la conseguirás equivocándote mucho, así que ¡lo mejor es que empieces a hacerlo ya! Conseguir la receta perfecta se consigue con trabajo, mucho trabajo.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

Filed Under: articulos, Recetas

Cómo deben acercarse los niños a la cocina

 Acercar a los niños, o jóvenes, a la cocina para que el día de mañana «sean personas de provecho» es uno de los tantos temas que se cruzan por las mentes de padres y madres. Y es que no estaremos allí, cocinando sus tuppers, siempre.

MR006

Nos jugamos todo a una carta, si la primera receta que nuestro retoño intente hacer sale mal, ya la hemos fastidiado y costará horrores que lo vuelva a intentar. Así que es muy importante que tengas en cuenta algunas cosas:

–        No pasa nada si quema la comida, ocurre en las mejores casas y es parte del aprendizaje. No hagas un mundo de ello porque no volverá a tocar una sartén.

–        Comienza con algo que le guste, si le gusta la carne a la parrilla comienza a buscar leña porque tendrás que enseñarle a asar. Las primeras recetas deben dar como resultado algo que le interese mucho y, a ser posible, que sirva como nexo con sus amistades. A todos nos gusta que nos presten atención cuando hacemos algo.

–        Diviértele, se trata de aprender pero también de disfrutar. Un cocinero que disfruta con lo que hace probará cosas nuevas y su dieta será más variada. Debes incentivar la curiosidad.

–        Tómate el tiempo necesario para explicar todo. Cada ingrediente y cada paso tiene una razón de ser y esa información le permitirá predecir las cosas que van a pasar. Eso ayuda a la diversión de la que te hablaba antes.

–        Prueba y sazona todos tus platos, esto vale para los novatos como para los ya experimentados, apreciar el cambio de sabores al sazonar te permitirá predecir el comportamiento de las próximas recetas.

Teniendo esto en mente, a la hora de recomendarle bibliografía culinaria, deberías evitar los textos muy técnicos, como referencia están muy bien pero para aprender no sirven de nada. Imagina intentar aprender a escribir usando  como referencia un diccionario. Difícil ¿verdad?. Esto es igual y, por suerte, tienes mucha bibliografía para novatos disponible, desde cursos hasta libros “para dummies”.

Otro detalle, que ayuda a fomentar su curiosidad, es que evites el uso de máquinas. Todos los niños y jóvenes de hoy en día están acostumbrados a usar el ordenador, el smartphone y un largo etcétera así que ¿por qué vas a hacerle volver a la prehistoria?, porque de esa forma va a tener las herramientas teóricas básicas para poder llevar a cabo la práctica totalidad de las recetas que se encuentre en la vida.

Y casi por último, debes hacerle entender que su comida no va a saber nunca como la del restaurante de comida rápida de la esquina, ni como la que compra ya hecha en el supermercado. Ellos utilizan otras materias primas y equipos mucho más complejos y caros que los que tienes en la cocina. Sin olvidarnos que sus recetas han sido mejoradas una y otra vez para obtener el máximo de los ingredientes que utilizan. Pueden ser platos más sabrosos, pero casi con seguridad serán menos sanos.

Como ves, se trata de hacer que la cocina pase de ser “trabajo de otro” a ser un proyecto propio, que requiere técnica pero también cariño y esmero.

 

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

(Foto por cortesía de Sharon Pruitt)

Filed Under: articulos, Recetas

¿Por qué es necesario templar el chocolate?

El chocolate está compuesto mayormente por manteca de cacao, una grasa. Las grasas existen, en los alimentos, en forma de triglicéridos (el aceite de oliva, la mantequilla y la grasa de cerdo también lo son). Los triglicéridos tienen tres cadenas largas unidas entre sí. Sería algo así:

Captura de pantalla 2014-05-08 a la(s) 12.16.15

Esta estructura molecular es la principal responsable del comportamiento de las grasas frente a la temperatura. Pero la manteca de cacao es un tanto especial: Si sostienes un trozo de chocolate entre los dedos no se derrite, pero si te lo metes en la boca, sí. Esto es porque el punto de fusión de ese trozo de chocolate está por encima de la temperatura de tus manos y por debajo de la de tu boca. Es un dato curioso y seguramente no te lo hayas planteado nunca.

Pero también hay chocolates que se derriten en las manos. ¿Por qué es esto?

Piensa en un cubo de hielo, en cuanto el hielo llega a los 0ºC comienza a derretirse. Su estructura cristalina se desarma y se convierte en líquido. Es decir, hay un punto (0ºC) en el cual el hielo cambia su estructura interna para convertirse en otra cosa. En el chocolate esto ocurre seis veces, es decir que la estructura interna del chocolate cambia varias veces antes de convertirse en líquido. A esos estados intermedios les llamaremos fases.

La fase más útil para el cocinero es la número V, ya que es estable a la temperatura de las manos y se convierte en líquido por encima de los 30 ºC aprox.

¿Cómo hacemos para separar el chocolate de fase V del resto?

No se puede, lo que hay que hacer es llevar a toda la masa de chocolate a esa fase. Para eso se recurre al templado, que no es más que una preparación para la cristalización de ese cacao.

Debes saber que, para el chocolate negro, la fase I tiene una temperatura de fusión de 18ºC, la II de 22ºC y así hasta llegar a la IV con 34ºC y la VI con 36ºC. ¿Que significa esto? Que si queremos quedarnos sólo con la fase V debemos calentar el chocolate hasta los 34 ºC, temperatura a la cual las fases I a IV estarán fundidas completamente dejando intactas las V y VI.

La fase VI tarda mucho en formarse, y el chocolate prefiere hacerlo en la V para luego entonces pasar, después de mucho tiempo, a la VI.

 

Con todo esto en mente, podemos explicar el templado del chocolate:

El procedimiento habitual es:

1) Calentar el chocolate hasta los 43-45ºC. Una temperatura a la cual no existe ninguna estructura sólida dentro del chocolate. Es completamente líquido.
2) Enfriar el chocolate hasta los 26-28 aproximadamente, los cristales de las primeras fases seguirán fundidos y eso permite que la mezcla siga siendo fluída, pero ya comienzan a formarse cristales de las fases más altas IV, V y VI. Esos cristales que se forman son los necesitan todas las estructuras sólidas para comenzar a crecer. Podríamos llamarles el “germen” de los cristales.
3) Calentar el chocolate a 34 ºC para fundir los cristales de la fase IV y dejar a los cristales de la fase V (recuerda que de la VI casi no se forman) «nadando» en chocolate líquido.

Este chocolate, resultante del paso 3, es el que utilizamos para decorar pasteles y tartas, bañar bombones, etc. Cuando se enfría, comenzará a solidificarse con la forma de esos gérmenes de fase V. Dando un chocolate con brillo y que no se derrite en tus manos.

ChocolateFundido

Por supuesto, dependiendo de la concentración de cacao en el chocolate, estas temperaturas pueden variar. Los fabricantes suelen indicar estas temperaturas en los envases.

Este es el motivo por el que es imprescindible templar el chocolate antes de usarlo, y el motivo por el que no todos los baños de chocolate son iguales.

Y sobre todo, debes saber que para dominar el chocolate necesitas mucha paciencia y maña porque, como ves, es un proceso bastante complejo.

 

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

 

Filed Under: articulos, Recetas

Usando sal para hacer nuestras carnes más tiernas

Ya hemos hablado de la salmuera usada para que las pechugas de pollo o pavo no se sequen al cocinarlas. Es una técnica muy útil y efectiva, la hemos probado y podemos asegurarlo pero, en algunos casos, toda esa humedad superficial hace muy difícil conseguir una superficie dorada y sabrosa.

Para evitar eso, nos desharemos de la humedad. ¿Cómo? Utilizando únicamente un puñado de sal.

Es sabido que agregar sal antes de cocer una carne no hace más que dejarla mucho más seca que si no lo hubiéramos hecho, pero nosotros vamos a hacer justamente eso.

Dentro de la carne conviven sales, proteínas y agua manteniendo cierto balance, al agregar sal a la superficie ese balance se rompe y comienza a salir agua de las células para compensar el aumento de salinidad, si en ese momento llevamos a nuestra preparación al horno tendremos todas las papeletas para conseguir un trozo de suela muy poco apetecible. Pero si dejamos pasar el tiempo, el agua de las células (ahora convertida en agua salada) volverá al interior de la carne y, tal como ocurría cuando usábamos salmuera,  la sal cambia la configuración espacial de las proteínas quedándose atrapada dentro.

Cuando los líquidos internos, con sal, penetran en el trozo de carne, dejan la superficie un poco más seca. Al estar más seca, se calentará más rápidamente en el horno y conseguirá una tempera mucho mayor de forma que obtendremos un exterior crujiente y dorado.

Si aplicas estos métodos a una pechuga de pollo con piel, la diferencia es notable. De esta forma la piel quedará mucho más seca y crujiente que con la salmuera.

Salado01

Pasos para tiernizar con sal

1)     Limpia y seca la pieza de carne
2)     Cubre su superficie con sal gorda (no es necesario “sepultar” la carne)
3)     Cúbrela con film plástico para que no se seque.
4)     Deja reposar 24 horas en la nevera.
5)     Quita los excesos de sal
6)     Ya está listo para llevar al horno.

Dependiendo del horno, es posible que la superficie no quede tan dorada como quisiéramos. Esto puede corregirse sellando la carne (a 4 ºC) en una plancha muy caliente. La carne debe estar muy fría, así conseguiremos dorar el exterior y no cocinar el interior.

Más adelante trabajaremos sobre la reacción de Maillard para conseguir ese dorado a una temperatura más baja.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

 Foto cortesía de: Tim Sackton

Filed Under: articulos, Recetas Tagged With: carne asada

Levadura para las galletas. Conoce los tipos y usos de las levaduras químicas.

Frecuentemente en la cocina hacemos algunas cosas automáticamente, y no conocer los mecanismos que hacen funcionar las recetas puede darnos algún disgusto. Saber para qué agregamos cada ingrediente nos permitirá modificar o mejorar cualquier receta. Y hoy hablaremos de la levadura en las galletas.

La levadura que usamos para airear galletas no es, en el sentido biológico, levadura. Las levaduras son microorganismos con vida y lo que usamos es técnicamente una mezcla de productos químicos que reaccionan para generar gas dentro de una masa.

Pero no todas las levaduras químicas son iguales y conviene saber como funcionan para poder determinar en cualquier momento su idoneidad.

PostGalleta01

Su funcionamiento:

Las levaduras químicas, como decíamos, son productos químicos totalmente inofensivos para el ser humano que reaccionan para generar dióxido de carbono (el mismo gas que generan las levaduras «vivas»). Este dióxido de carbono, CO2 a partir de ahora, se forma a lo largo de todo el volúmen de la masa, confiriéndole esponjosidad.

La cantidad de levadura debe ser controlada con la finalidad de no modificar la textura superficial. Si se genera mucho gas, las burbujas llegarán hasta la superficie y dejarán marcas que habitualmente no son deseadas. Si la cantidad es poca, la masa no estará suficientemente aireada y tendrá una textura más cercana a un brownie que a un bizcocho.

Pero volvamos a su funcionamiento, y para explicarlo tendremos que hacerlo por triplicado ya que existen tres tipos de levaduras químicas.

Bicarbonato de sodio (o potasio)

Baking Soda para los angloparlantes. Es básicamente bicarbonato de sodio puro. El bicarbonato, en solución acuosa reaccionará con algún ingrediente ácido existente en la masa generando CO2. El bicarbonato por si solo no genera CO2 por lo que es imprescindible que la masa tenga algún ingrediente ácido.

Es de destacar que al reaccionar el bicarbonato, la acidez de la masa disminuirá y eso puede interferir en el sabor. El carácter ácido de una galleta de naranja (por ejemplo) se verá disminuído. A veces este es un efecto deseado.

Respecto a la generación de CO2, ésta comenzará en el mismo momento de la mezcla, por lo que es recomendable no dejar la mezcla reposar y llevarla al horno lo antes posible

Polvo de hornear de acción simple

El polvo de hornear de acción simple funciona de forma similar al bicarbonato, en este caso se trata de una mezcla de bicarbonato de sodio y una sal de ácido (sólida e inofensiva). De esta manera no es necesario tener ingredientes ácidos en la masa para que reaccionen con el bicarbonato porque ya los estamos agregando.

En caso de que la masa lleve algún ingrediente ácido, el sabor de la preparación no se vería afectado. En nuestro ejemplo, las galletas de naranja serán más intensas que con bicarbonato.

Tal como ocurre con el bicarbonato puro, se comenzarán a generar burbujas de CO2 en cuanto el polvo se disuelva, por lo que no podrá transcurrir mucho tiempo entre el agregado del polvo y el horneado.

Polvo de hornear de acción doble

Actualmente la mayoría de polvos de hornear son de este tipo. Se trata de un polvo de hornear compuesto por bicarbonato y dos tipos de sal de ácido. Aquí se producirán dos reacciones que generan CO2, una, al igual que con el polvo de hornear de acción simple, comenzará en cuanto se agreguen a la mezcla húmeda, mientras que la segunda reacción se iniciará tras la aplicación de calor.

Al mezclar el polvo de hornear con la masa, ésta comenzará a airearse pero será necesaria la aplicación de calor para que el gas se desarrolle completamente. Este producto permite aumentar el tiempo entre el amasado y el horneado ya que es en este último paso cuando se completa el levado.

PostGalleta02

Algunas recetas necesitarán bicarbonato, mientras otras sólo funcionarán con polvo de hornear. Cuál usar dependerá de los otros ingredientes que formen la receta. Ten en cuenta que es posible sustituir el bicarbonato con polvo de hornear (aunque necesitarás más cantidad) pero no es posible hacerlo al revés. No puede reemplazarse el polvo de hornear por bicarbonato ya que el bicarbonato por si solo no genera CO2.

Espero que esto te haya ayudado a entender un poco más lo que ocurre dentro de ese bizcocho que tienes en el horno y que siempre te hace sufrir cuando no sube lo suficiente.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

Filed Under: articulos Tagged With: levadura, levadura química

¿Por qué precalentar el horno?

Cuando usamos el horno esperamos que éste mantenga la temperatura constante, pero nos encontramos con que el aire se calienta y enfría muy rápido y eso hace que la temperatura del horno varíe cuando se encienden y apagan las resistencias que lo calientan. Al precalentar, lo que hacemos es calentar las paredes del horno, que nos servirán como reserva de calor adicional.

El calor que recibe un alimento dentro del horno proviene de las resistencias (o de la llama si es a gas) pero también de las paredes que irradian el calor que han recibido anteriormente. Gracias a este último efecto, la temperatura en el interior se recupera rápidamente cuando abrimos y cerramos la puerta del horno.

Precalentar el horno es una tarea bastante ingrata ya que suele tardar mucho tiempo. Esto es porque se desperdicia mucho aire caliente. Se necesita muy poca energía para calentar el aire del interior de un horno hasta los 200ºC, y por tanto muy poco tiempo, pero es necesario calentar también las paredes del horno, y hacerlo con ese aire caliente del que hablabamos resulta una tarea muy tediosa ya que el aire es muy mal conductor del calor.

Horno

 Foto por Lars Plougmann

A eso debemos agregar que se escapa por las rejillas de ventilación antes de transferir su energía a las paredes frías.

¿Qué pasa si tapamos esas rejillas de ventilación? Así el aire caliente se quedaría dentro del horno, calentando las paredes.

No es tan fácil, porque el aire (y cualquier otro gas) al calentarse se expande y si no permitimos que se escape el horno podría presurizarse y hasta explotar.

Saltarnos el precalentamiento tampoco es una opción. Si introducimos alimentos en un horno cuyo aire esté a la temperatura necesaria pero con las paredes frías, la preparación apenas se calentaría ya que el aire no tiene energía suficiente.

Puedes leer algo más sobre como calibrar el horno aquí:

http://www.68grados.com/conociendo-el-horno/

 

Como acercarte al horneado perfecto

1.    Calibra tu horno
Es importante saber a que temperatura se encuentra el aire dentro del horno. En el 99% de los casos el termostato interno del horno mide mal. Usa un termómetro de horno para saber en todo momento la temperatura real.

2.    Gira los alimentos si ves puntos más cocidos
La distribución de calor dentro de la cámara del horno no es homogénea, por lo que habrá zonas que reciban más calor que otras. Es conveniente girar cada tanto la preparación para que todos los puntos reciban la misma cantidad de calor.

3.    Controla la temperatura del alimento
Debes conocer la temperatura del aire dentro del horno, pero también debes conocer la temperatura en el interior del alimento. Existen termómetros con una sonda en forma de pincho que puedes clavar en el centro de carnes y otras preparaciones, de esta manera sabrás cuando dejar de cocer. Olvidándote de las medidas en minutos.

4.    Utiliza el horno lleno
A la hora de transferir calor a los alimentos, es muy importante conseguir una humedad adecuada dentro del horno (el aire húmedo tiene mejor inercia térmica que el seco), en un horno doméstico la única fuente de humedad son los alimentos que se están cociendo por lo que un horno con poco que cocinar generará poco vapor y el resultado se asemeja al que obtendríamos si el horno tuviese las paredes frías.

5.    Y, por supuesto, precalienta correctamente tu horno.

Escrito por 68grados.com, escuela de cocina online

copy-encabLogo68

Filed Under: articulos

  • « Previous Page
  • 1
  • 2
  • 3
  • Next Page »
  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter

Últimas recetas publicadas

Macarons rellenos de mermelada de ciruela por Lalas

Me encantan los Macarons, son delicados, pequeños, se deshacen en la boca, una delicia ... sus ingredientes básicos son la clara de huevo, la ...

Leer más »

Angel Food Cake de chocolate por Vicky

Hace tiempo beagala puso la receta del Angel food cake y comentó que lo hacía también de chocolate, no pude resistirme a preguntarle como lo ...

Leer más »

Tarta fresca de quesitos por Mavi

Tan fácil de preparar y tan resultona, aún encima sin horno!! Esta fue la tarta que preparé para el día de la madre y fresquita entra de maravilla. La ...

Leer más »

Sígueme en Pinterest

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter

Política de Cookies - Política de Privacidad - Aviso Legal - Publicidad en MundoRecetas.com
Copyright © Gastronovedades SL ·