
La verdad es que hacer cualquier tarta me hace muchísima ilusión, pero cuando le has hecho la del bautizo y vuelven a encargarte la del primer cumpleaños, es como tener una satisfacción doble. Es la primera vez que hacía los volantes, pero me ha encantado porque queda muy de niña y con una gracia especial, los ositos han quedado muy dulces.








