Tengo que reconocer que nunca me han gustado demasiado los caramelos…..excepto los pikotas. Son una debilidad. Me gustan tanto que sería capaz de comerme una bolsa en poco rato.
Así que cuando mi amiga Mila me pasó esta receta enseguida pensé cual sería el próximo evento para tener una excusa para hacerla. Y la ocasión llegó cuando mi querida amiga Paqui nos invitó a cenar a su casa y yo amablemente me ofrecí a llevar el postre.
Seguro que esta la repito muuuuchas veces, porque está riquísima. Con ese sabor tan especi