A veces, cuando nos gusta una comida, un sabor, un olor…es fruto del recuerdo, en algún sitio de nuestra memoria quedan grabados esos recuerdos…y ésta torta en realidad, no es un recuerdo pasado, porque de vez en cuando mi madre la compra, pero es de la panadería que cuando era pequeña había junto a mi casa, a veces en verano entraba a ver cómo hacían el pan y recuerdo aquellos cubos llenos de grasas y chicharrones y el horno de leña, la amasadora que en verano se oía perfectamente desde mi dormitorio y el olor a pan que inundaba toda la calle cuando abrían el horno, incluso yo les ayudaba a meter la leña cuando venía el camión cargadito de madera troceada y con cubos los niños vecinos nos encargábamos de meterla en la leñera, un día tuvimos un susto muy serio, pues de la madera nos salió un alacrán, menos mal que no le picó a nadie….