Si os pareció sorprendente el resultado de hacer la tarta cebra que ya hice en una entrada anterior, no te imaginas la ilusión que me hizo cortar este bizcocho cuando terminó de enfriarse para ver si había conseguido emular el dibujo de la piel de leopardo en la masa. He de reconocer que pensé que no me iba a salir de la de vueltas y nunca mejor dicho que hay que darle a la masa. Aunque si sigues bien los pasos, seguro que te sale genial.Me gustó