Esta cremita la preparé ya hace unos días, y con lo que sobro, se lo añadí a una sopa de marisco que comimos por Navidad. La verdad que la crema, con algún adorno más mono, queda genial como presentación o entrante en una comida o cena. Incluso con chupitos. Y por supuesto no olvidarse del aporte de minerales y nutrientes que nos aportan los mejillones.
Elaboración: Cortamos el puerro en rodajas, la cebolla en trocitos y las zanahorias, y rehogamos todas la verduras en aceite, añadimos algo de sal, para que suelten el agua y se vayan rehogando poco a poco. Una vez que tenemos verduras, añadimos el tomate y dejamos que se haga a fuego lento, unos 20 minutos. Por otro lado, si hemos comprado los mejillones con cáscara, los limpiamos y los cocemos al vapor, hasta que se abrán. Yo compre una bolsa de mejillones sin cáscara y limpìos. Una vez que tenemos el tomate, incorporamos la leche y el caldo, añadimos los mejillones y rectificamos de sal. Dejamos unos minutos y trituramos la crema, si vemos que nos queda muy líquida podemos añadir unos trocitos de pan, para que se trabe un poco. Servir y decorar con un chorrito de nata por encima o un poco de leche evaporada.